El extraño caso de la neurona que perdió la capacidad de mantener la atención.
Yo, Augusto Pérez, por enamorarme de Rosarillo, mi planchadora.
No, Dom Miguel, por crearme.
Bueno, para que hablar de este extraño caso si también le ocurrió lo mismo a otros.
Ya , pero ahora estamos hablando del Partido Popular.
También podemos decir que no merece la pena hablar de las asociaciones de malhechores con el fin de robar. No, robar no, ahora lo friqui es decir financiación ilegal, no robar, despojar, o desvestir un santo para vestir otro santo.
No hay que dimitir, sino hacer reserva en la cárcel para hacer bicicleta.
Vaya, tampoco, lo friqui es llegar a un acuerdo con el Fiscal General del Estado para cambiar los cromos repes.
Pinin, en una esquina de una calle de Nueva York, ciudad a la que llegó en una madreñagiro de Marsans, vió dos sombronas que decían "fool". Bueno, "babayu".
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