Cantabria y Asturias, origen del Reino de España

El nacimiento del Reino de Cantabria y Asturias no está motivado por defender el Cristianismo. Tampoco el  Andalus esta motivado por defender el Mahometanismo.

En ambos casos, el motivo del Andalus es conquistar tierras y riquezas y, el del Reino de Cantabria y Asturias es evitar ser conquistados y, posteriormente, conquistar tierras y riquezas.

El recurso a la defensa del Cristianismo es el utilizado por los Señores como medio de conseguir la obediencia, o sometimiento de las gentes para mantener sus Tierras y riquezas y, ampliarlas.

Cuando El Andalus toma Amjaia, la población principal, o capital de Cantabria, su Señor, Amo o Duque, acude a Pelayo, Señor Principal, o Príncipe de Asturias, básicamente de Las Primorias. (tierras del Oriente de la actual Asturias y del Occidente de la actual Cantabria), para recuperar la propiedad perdida y haciéndole ver que si no se alían, la siguiente toma por El Andalus será Cangas de Onis,  principal, o capital de sus propiedades.

Así lo entiende Pelayo y, para comprometerse con Pedro, deciden la alianza de sangre mediante el matrimonio del primogénito de este con la hija de aquel, pasando a ser la unión de los dos principados, o ducados, Reino de Asturias, nombrando Rey al hijo de Pedro, como Alfonso I de Asturias tras el fracaso de los astures de poner como rey sucesor de Pelayo a su hijo Favila.

La primera actuación de la alianza es  no esperar a defenderse del Andalus, sino plantarles cara para recuperar los territorios Cántabros tomados. Así es como se desarrolla la primera batalla del Reino de Asturias contra el Andalus, al sur de los límites estratégicos que son los dados por la Cordillera. 

Así, las tropas de Asturias y Cantabria pasan las montañas y atacan a las del Andalus en Cillaperlata.

Allí, en una batalla que no parece terminar con el día, se arenga a los soldados asturcántabros, diciendo que la Virgen María está de su parte.

Al atardecer se consigue la derrota del ejército del Andalus y, se refuerza la moral del ejército asturcántabro refiriéndole que ha sido por estar de su lado la Virgen María que prolongó la luz del día para conseguir su victoria.

Al volver victorioso el ejército, ya cristiano, al norte de la cordillera, es el ejército, ya mahometano, el que lo persigue para tomar las tierras Primorias. El ejército cristiano se defiende en Covadonga y se vuelve a invocar la protección de la Virgen María, como protectora.

Así nace la justificación de conquista de tierras y riquezas para el Reino de Asturias como liberación de los cristianos de la opresión mahometana.

Ante el éxito de la alianza entre Cantabria y Asturias, se nombra Rey a Alfonso, el hijo de Pedro de Cantabria,  y se le apoda como "el Católico" no en referencia a la religión cristiana, sino en el sentido clásico de "el de todos", el de Cántabros y Astures. Así, será llamado Alfonso I el de Todos.

Esta doble referencia religiosa y política (hoy), es confusa hoy pero no lo era en su tiempo. Los cristianos utilizaron el término católico para negar cualquier otra religión, diciendo que la cristiana es la de todos o, lo que es equivalente, que es la única, la verdadera.

Favila, hijo de Pelayo, sucede a este. No hay contento entre Cántabros y Astures, por lo que es asesinado. A este le sucede Alfonso, el hijo de Pedro de Cantabria y yerno de Pelayo.

Por este doble parentesco, es por lo que será admitido por Cántabros y por Astures y, de ahí que se le apodara  "el Católico".

Así comienza a engañar al pueblo de Asturias y Cantabria. Se entregará su vida en defensa de Cristo, conquistado por Mahoma. Hay que reconquistar España Cristiana de la España Mahometana.

Una interpretación racional, o científica de los hechos y no una interpretación Irracional, o creacionista, nos permite decir que la guerra entre cristianos y mahometanos, lo ha sido entre Señores Cristianos  y Señores Mahometanos con el fin de recuperar y no dejarse despojar  de las tierras y riquezas.

Hoy persiste el "choque de civilizaciones con la careta de dioses".

Un muy inteligente intento de quitar ese velo lo ha iniciado Rodríguez Zapatero teniendo eco en Erdogan, con la llamada "Alianza de Civilizaciones" y el apoyo de la ONU. 

Probablemente el escenario del choque actual en Oriente Próximo sería muy diferente, al menos sería racional.