La morosidad hipotecaria aumenta.
La morosidad hipotecaria no se redujo, sino que se ocultó con las "donaciones del Ejecutivo tomadas del Erario Público directamente y de la Unión Europea indirectamente.
No se puede reducir la morosidad si los deudores no tienen poder adquisitivo. Poder que se adquiere a través de su trabajo y la remuneración obtenida de éste.
Si aumenta la pérdida de trabajo, se reduce la remuneración del trabajo residual, aumentan los gastos individuales junto con reducción de aquellos distribuidos, o compartidos (salud, enfermedad. Educación, Justicia y asistencia social), aumentan los impuestos, etc., no se puede esperar que el salario residual pueda soportar los inflados costes hipotecarios.
Inflados por la propia Banca con el acuerdo habido entre tasadores y registradores notariales, bajo la cobertura de legalidad del Gobierno, Ejecutivo y Oposición.
Si con estas condiciones se reduce la morosidad hipotecaria, volveríamos a los tiempos de la Alquimia, en la que nuestros no cualificados políticos, aún se encuentran.
¡Político cualificado, se necesita!.
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