Leo y escucho hablar de una "situación política delicada", cuanto menos.
España Social desea ser escuchada por el Gobierno (ejecutivo y elegidos) y por la España Social que no desea ser escuchada y, mucha, ni siquiera oída.
Para ser escuchada, sale a la calle para ser mirada y no vista ni contemplada.
El Gobierno no consigue hacer posible que sea escuchada, al permitir que la España Poblacional que se opone a la España Social, "reviente" su manifestar, que no su manifestación.
El Gobierno, que no sólo El Ejecutivo, no consigue impedir que se evite la manifestación de desaprobación de su administración de lo público. No consigue detener a ninguno de los agresores de la manifestación social. No es concebible tal incompetencia por parte de la policía, en base a su larga experiencia.
Este nivel de incompetencia se resuelve desviando la atención hacia su incompetencia en hacer posible el derecho constitucional de la manifestación de desacuerdo con la política del Gobierno. Y, no llevar a la atención sobre el motivo de tal manifestación.
El uso de la razón nos lleva a pensar que la contramanifestación, o reventón, de la manifestación de descontento social reivindicando la dignidad de la España Social. Digo que este hecho nos hace tener en cuenta la posibilidad de estar producido tal reventón por el propio Gobierno que, insisto, no sólo El Ejecutivo.
¡Como no voy a tener en cuenta esta posibilidad si la he vivido en los años sesenta y setenta, desde mi actividad universitaria! Padecimos la presencia en las aulas, en la calle, en las manifestaciones en pro de recuperar la dignidad frente al fascismo.
¡Como no voy aprovechar la ocasión de manifestar la necesidad de recuperar la dignidad perdida al querer tornar la historia a través de la falsa Real Academia de la Historia!
Hoy, he recordado que la manifestación por la dignidad debe dirigirse específicamente contra la actuación de la Seguridad Social y el Sistema Judicial en relación con el trato recibido por las personas que participan en la constitución de la Sociedad de España a través del TRABAJO.
Vejatoria acción del Estado del Reino de España sobre los trabajadores a través de las armas de la Seguridad Social y la Judicatura que, servilmente, es la mano ejecutora de cercenar la vida de las personas que hacen posible que España sea una Sociedad y no una Población.
Cuando se acude ante el juez no se habla del estado de discapacidad del trabajador consecuencia de las condiciones indignas en las que se le obliga a realizar su participación social y, a la que se le nombra como trabajo. Se trata a los trabajadores como reventadores de la Sociedad y, se hace sobre un estrado, mientras que al trabajador se le dispone en un piso inferior, viéndole, la cruceta y no permitiéndole ver los ojos del juez.
Recuerdo a Newton que baja de la cátedra, o púlpito para transmitir conocimiento a quien quisiera escucharlo y, hacerlo en la lengua de aquellos a los que se dirigía y no con el latín, propia de los elegidos por un ser superior a los hombres.
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