La venganza, el recurso del cobarde.
“Si yo hubiera sabido esto, no me habría separado de él”
La mujer atacada con ácido sufre estrés postraumático y ha estado en tratamiento psicológico desde el día de la agresión
María Ángeles Ruiz González, a la salida del juicio el pasado lunes. / F. J. B.
María Ángeles Ruiz González, la mujer de 31 años que fue atacada con ácido en el distrito de Ciudad Lineal el 20 de junio de 2012, ha sufrido un síndrome de estrés postraumático, además de ideas suicidas y graves problemas psicológicos. Así lo han declarado dos peritos forenses que han declarado esta mañana en la tercera sesión del juicio que se sigue contra su exmarido, el turco Özgür Dogar, y el presunto autor material del ataque, Bryan Stevan Cristancho, colombiano de 22 años. "Si yo hubiera sabido esto, no me habría separado de él", llegó a declarar a las forenses.
Cuando la mujer fue atendida por las médicos después del ataque, se encontraba en un estado depresivo y no colaborador, según han explicado en el juicio. No podía casi ni hablar y les costó mucho el poder ayudarla. "Relata los hechos [el ataque] pero le costaba mucho", ha explicado una facultativa.
La mujer les relató que, desde que le anunció a su marido que se quería separar, María Ángeles sufrió un mayor acoso por parte de Özgür Dogar. La acompañaba a todos los lados, vigilaba con qué amigos salía, le controlaba las llamadas y las consultas por Internet... De hecho, su miedo se incrementó desde que sufrió un atraco el 29 de mayo de 2012 cuando salía de su trabajo en el barrio de Montecarmelo. "Empezó a sospechar de que era su marido desde el primer momento. No es algo que piense de nuevo desde el ataque con el ácido", ha señalado la otra forense.
"Como sufría un trastorno de estrés postraumático, tenía una mayor vulnerabilidad ante los hechos. De hecho, nos dijo que estaba harta de contar lo que le había ocurrido, sobre todo en lo concerniente a las relaciones matrimoniales. Ha habido un gran daño moral", ha añadido. A ello se unieron las dificultades económicas que ha sufrido en este proceso, ya que parte de sus intervenciones y los medicamentos se los ha tenido que sufragar ella. "Lo ha pasado muy mal. De hecho se tuvo que marchar fuera de Madrid para poder pagar todo lo que requería su recuperación", ha destacado una de las peritos.
Está previsto que el juicio termine mañana con la lectura de las conclusiones y los informes de las diferentes partes y se conceda la última palabra a los dos procesados. El fiscal acusa a Dogar de los delitos de lesiones con gran deformidad, coacciones graves, violencia psíquica habitual y robo con violencia junto con una falta de lesiones. Mientras, para su compinche solicita una condena de 17 años de cárcel como supuesto cómplice necesario y autor material de las lesiones causadas por el ácido.
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