El monje Vigila, del Cenobio San Martín de Albelda de Iregua, en la hoy Rioja, en el año 976 hizo referencia a la caligrafía de nueve símbolos, cuando, como scriptorium, terminaba un códice árabe. Estos nueve símbolos de origen hindú no los anotó como en el original estaban, Andalusí, y, por ello los escribió como cristiano de derecha a izquierda.
Así es como se realiza la primera escritura de las actuales nueve cifras.
Sólo las cifras 2, 3, 4 y 5 cambian su grafía que desde el Siglo XV, ya permanecerá como la conocemos hoy en el Siglo XXI.
Durante toda la Edad Media, se usan múltiples grafías de cifras.
Actualmente, los códices del desaparecido San Martín se guardan en El Escorial, en su biblioteca de San Lorenzo.
Hay que anotar que el monje Vigila vivió en tiempos de Al Andalus, en tiempos del califato de Córdoba y, concretamente, en vida del califa Alhaken II, en la segunda mitad del Siglo X.
El Monasterio de San Martín de Albelda fue mandado construir por Sancho Garcés I de Navarra y por su esposa Toda, en el Siglo X, en agradecimiento por la reconquista de Nájera y Viguera (923) en alianza con Ordoño II de León.
Gotescalco, obispo de Puy, queda registrado en este monasterio como peregrino a Compostela, siendo considerado el primer peregrino a Santiago.
Hotel asco acude a San Martín de Albelda en petición de que se le haga copia de un libro de San Ildefonso de Toledo, discípulo de Ildefonso de Sevilla. Copia que habría de recoger a su vuelta de Santiago de Compostela.
El castillo de Clavijo será donado al Monasterio por Sancho Garcés III, el Mayor, en el Siglo XI.
De La batalla de Clavijo, mentira de un traidor. Y de como y porque el traidor crea la mentira que hizo posible la Mentira política que es la Europa de la que hoy hablamos.
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