De vida y de muerte, de cementerios y de pueblos, de casas y viviendas.

Quiero vivir el tiempo necesario para construir un hospital que sea un pueblo. No quiero seguir viendo un hospital como un cementerio, donde a los nichos se les llama habitaciones.

Quiero ver a los niños corretear por sus caminos. Niños con sus abuelos hablar sentados en las piedras que señalan el cruce de sus caminos.

A sus padres en las panaderías y tomando el necesario descanso al sol que su vivienda baña.

De vida y de muerte, de cementerios y de pueblos, de casas y viviendas.

¿Es que no podemos ser felices? No se está enfermo por pecado alguno. No quiero penar en hospital alguno. No quiero rogar tratamiento alguno. Quiero hablar con mis vecinos. No quiero decirme con quienes no son los míos.

Asturias,si tu supieras... Como decirte que te quiero. No para mi, sino contigo.

Ayer, El Presidente de la Comunidad de Vasconia, soy de Asturias, decía que bastaba de silencios de España. Que hay que reconocer pueblos.

Si, España no es Una, homogénea, donde reina el Caos. España es Varia, donde reina el Orden.

España no es una casa de nichos, es un pueblo de viviendas.

Siempre repito: cuando he tenido el accidente, ningún médico me preguntó nada. Tampoco ningún médico escuchó lo que deseaba decir que había sucedido y sentía. Estuve en cementerios pasando de nicho en nicho. Han sido mis hijas, mis vecinos, los que me hicieron sentir vivo en un cementerio.

No deseo increpar con mis palabras. Deseo hablar sobre la VIDA que, aunque la MUERTE sea su reverso, no es mi deseó hablar con ella, sino de ella. Deseó hablar de la Muerte porque de ella vengo y a ella regreso diariamente. Me gusta la Luz no me gusta la Oscuridad.