La aparición del Tren de Alta Velocidad está provocando la caída del transporte por carretera y aéreo en un espacio como el de Iberia con poco más de 600 Km de radio.
El no haber contemplado este hecho hará entrar en "burbuja" el transporte por tren. Cuando la misma estalle, no tendremos colchón que la amortigüe del transporte aéreo y por carretera.
La aparición del TAV era conocido a nivel tecnológico en la década de los años setenta y su explotación sería cuando se dispusiera de los recursos para montar las infraestructuras que le eran necesarias. Se estimaba para finales de los ochenta por la obligada entrada de España en la EU.
Sin embargo, se optó por dar cobertura de infraestructuras por carreteras de alta velocidad y la explotación privada de las mismas. Ahora, estas empresas dependientes del Estado y no por su capacidad empresarial, se han estrellado y pretenden les acoja el Estado. Y, así, con la misma actitud que con Franco y, en especial, con López Rodó, crearemos un INI para acciones comerciales no profesionales y a cubierto del problema laboral que tienen.
Con Miguel Boyer se nacionalizó la falsa empresa RUMASA, con estas se ha de hacer o, dejarlas caer.
También es claro que la elección del tipo de tren para cada área geográfica humana es decisiva.
La aberrante elección de un tren para ir desde el centro de la pequeña ciudad de Gijón, hasta su periferia, a menos de 5 Km con una geografía humana de servicios, es un ejemplo de incompetencia política y empresarial: elección de tren de ancho convencional, de rodada mecánica para pasar por debajo de área habitada. No ha sido elección por cuanto que no ha habido otras alternativas de tren, seguro.
Cuando se hizo exposición de cada tipo de tren en función de las necesidades, no hubo oídos, no escucha.
Ahora se dice, y se lo creen, que el fiasco, aquí conocido como petromocho, que el problema ha sido Doña Crisis.
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