La última copla de Paco de Lucía
‘Canción andaluza’, el disco póstumo del gran guitarrista flamenco, recrea ocho versiones tradicionales de un género musical que siempre le apasionó
El País, Amelia Castilla Madrid 25 Abril 2014
Fue la banda sonora de su vida. En el universo flamenco era un secreto a voces que Paco de Lucía sentía un amor platónico por Marifé de Triana y que la copla era una de las fuentes de inspiración del guitarrista español más universal. Canción andaluza, como él denominaba a la tonadilla, da título ahora a su disco póstumo, integrado por ocho emocionantes versiones de clásicos del género, en los que su guitarra suena con la fuerza armónica de una orquesta. Suyas son también las mandolas, mandolinas, laúd árabe y guitarró. La parte sentimental queda en la zambra dedicada a su esposa Graciela: “Te he de querer mientras viva”.
Con el disco completamente acabado como a él —un perfeccionista incurable— le gustaba, Paco de Lucía partió para La Habana y después hacia Cancún, la playa mexicana donde se retiraba a pescar alejado de todo y donde falleció el pasado febrero, víctima de un infarto. Canción andaluza se escucha ahora como un testamento pero también como el tipo de música que quería hacer en ese momento concreto de su vida. De Lucía, que pasó buena parte de una carrera iniciada cuando era un niño girando por escenarios de todo el mundo, disfrutaba creando encerrado en su estudio. Esta vez, el Paco guitarrista ha pesado más que el Paco compositor y, seguramente, este sea su disco estrella como arreglista.
El músico de Algeciras terminó, grabó y remasterizó un trabajo que Universal, la compañía con la que trabajó a lo largo de medio siglo, lanzará este martes a escala mundial. Gracias a la tecnología, todo el material lo preparó personalmente en el estudio de su domicilio de Mallorca, Casa Paco. Fue el primero de los 27 discos de su carrera que se montaba de esa manera. Al autor de Cositas buenas le gustaba entregar los temas muy acabados y las nuevas tecnologías le permitían trabajar completamente a su aire. Hasta la isla balear viajaron Estrella Morente, Óscar de León —muy acatarrado y el mismo día que cumplía años— y Parrita para poner las voces a los tres temas que no son instrumentales. Para los acompañamientos, Paco de Lucía se rodeó de la gente de su grupo con los que llevaba una década girando, músicos como Piraña, Antonio Sánchez y Alain Pérez. Suyos son los arreglos de la versión salsera deSeñorita, uno de los temas más sorprendentes de este nuevo álbum, en el que el bajista cubano consigue hacer suya la pasión y la lírica de la copla.
“Personalmente fue una bendición que me llamara; llevaba 10 años en el grupo con el que giraba por el mundo, contagiado de su energía a la hora de trabajar. En cada momento, a su lado, tuve la impresión de encontrarme de cara a la historia, junto a un mito, así que viajé a Mallorca encantado. Cuando llegué, Piraña ya había grabado la percusión, Óscar había puesto la voz y a mí me pidió que hiciera una versión de Señoritallevándola al son, pero sin perder un ápice de su aroma”, cuenta durante una conversación teléfonica desde el AVE que lo conduce a Madrid.
Canción andaluza pasó el visto bueno también de sus amigos Javier Limón y Alejandro Sanz. De Lucía los invitó a una escucha en Madrid que se alargó hasta bien entrada la madrugada. Su idea, que ahora queda en suspenso con su pérdida, era encerrarse de nuevo a componer un disco muy flamenco “y con mala leche”. Las comillas las pone su hermano Pepe desde Sevilla, atareado estos días en la construcción de un panteón para acoger los restos del músico fallecido. Ahora que Paco de Lucía ha entrado en la leyenda y que su magisterio parece indiscutible solo se escuchan alabanzas sobre su figura. El día de su muerte, Entre dos aguas, una de sus composiciones más universales, batió un record histórico de descargas en Spotify.
Pepe de Lucía, la persona con la que seguía hablando a diario por teléfono, el niño de antaño con el que caminaba de la mano de su padre en busca de dinero —juntos grabaron su primer disco: Pepito y Paquitoen 1962— para sacar a la familia adelante, lo describe como “una persona que nunca tenía nada claro”, alguien que pocas veces se quedaba satisfecho tras concluir un trabajo. “Sin embargo, me consta que se ha ido después de hacer algo que le ha gustado mucho. Sé que lloró de emoción escuchando Ojos verdes, aclara. Como artista, el guitarrista que le rompía el alma a Miguel de Molina seguía sintiendo pavor a la hora de salir al escenario. “¡Estoy cagao! Llevo toda la vida en esto, soy viejo y todavía me tiemblan las piernas”, le solía decir a su hermano. También le notaba cansado, como si su “hermanito” fuera portador de un dolor contenido. Como ejemplo de su carácter, Pepe recuerda la tarde en que, pescando en la isla colombiana de San Andrés, Paco se pegó un corte muy grande en uno de los dedos de una mano. Tras ser recompuesto por un cirujano, salió a tocar y, como siempre, levantó al público, pero nada más abandonar el escenario “se tiró al suelo y se retorcía de dolor”. Fueron muchos los genios que requirieron su acompañamiento, pero solía negarse. Le dijo “no” incluso a Eric Clapton cuando lo llamó para grabar juntos.
Canción andaluza pasará a la historia como su última y definitiva creación. Lo último que compuso Paco de Lucía. Podrán editarse álbumes con su música grabada en directo o hacerse reediciones. “En los discos duros de la compañía no tenemos material inédito de Paco”, cuenta con pena Fernando Crespo, responsable del área de flamenco de Universal. Aunque Pepe de Lucía sentencia, enigmático: “Puede haber cosas. Tengo un archivo suyo enorme”.
Tres hitos sonoros del nuevo disco
María de la O.Canción favorita en el inventario de Paco de Lucía. La composición data de 1933, fue escrita en Madrid por los poetas Salvador Valverde y Rafael de León con música del maestro Quiroga. Fue una de las piezas clave del repertorio de Marifé de Triana, aunque la primera que la convirtió en un éxito fue Estrellita Castro, acompañada a la guitarra por Sabicas.
Ojos verdes. Composición también del trío anterior. La hace suya Estrellita Castro y poco después Miguel de Molina. Tras la Guerra Civil, la canción se convierte en uno de los temas de repertorio de Conchita Piquer. Paco de Lucía la regoció en un disco de copla en 1965, donde le dio un tono de bulería ligera.
Señorita. Paco de Lucía completa su álbum homenaje a la copla con una deslumbrante versión salsera de Señorita, una pieza escrita por Rafel de León y Juan Solano. Ideada junto al bajista cubano Alain Pérez, la voz corre a cargo de Óscar de León. Un broche final para un disco y una carrera.
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