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9 mar 2015

Aplicar la ordalía y no ley de plazos.

Después de presenciar, escuchar y reflexionar el estudio hecho por el periodista Jordi Évola a la capitana del Ejército de Tierra del Estado del Reino de España, he de contener el uso de la fuerza.

Entiendo que, dado el carácter inmovilista, o zoquete de los individuos humanos del Ejército de Tierra se ha de proceder a la inmediata disolución del mismo, tomando previamente las medidas necesarias para su reemplazo. Primera medida: redefinir la estructura curricular. Segunda: auditoría de la Documentación Militar y redefinición de la documentación de acuerdo con el siglo XXI y no como es de la alta Edad Media, o Pre-románica.

Y, como ejemplo esclarecedor, o como medio de ejercer la justicia constitucional de 1978, entiendo que se les ha de aplicar a la cadena de mando militar -desde el rey hasta el militar de más ínfima graduación interviniente. Y, de igual modo y manera a la cadena política, la ordalías para conseguir la rehabilitación poblacional, dado que no es posible hacerla social por la constitución genética, o de linaje de la cual están creados.

Me ocupa que la Oposición no actúe exigiendo la inmediata destitución del rey como Comandante Supremos del Ejército, de la JUJEM y del Ejecutivo. El no hacerlo muestra su complicidad o linaje común.

De igual modo y manera se ha de proceder con la población española, la inmolación como manifestación de arrepentimiento y, dada su cobardía, rogar la invasión del territorio, geográfico y diplomático por parte de la Organización de Naciones Unidas y tras la ordalía declarar el territorio de España (e) libre de alimañas.

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