“Debería prestarse más atención a la salud mental de los pilotos”
La psiquiatra cree que los controles deberían centralizarse en un lugar especializado
Tras el siniestro de Germanwings, la psiquiatra Sonia López Arribas alerta del riesgo de que se estigmatice aún más a los enfermos mentales. Médica de vuelo de las Fuerzas Armadas y presidenta del Colegio de Médicos de Madrid, Arribas apuesta por potenciar los exámenes psicológicos a los profesionales.
Pregunta. ¿Cree que se realizan suficientes controles?
Respuesta. En España, que es lo qué conozco de cerca, está bastante legislado y controlado, sobre todo en las Fuerzas Armadas, en lo que se refiere a los pilotos militares. Quizá en la aviación civil debería haber controles más a fondo o más habituales. También debería prestarse una atención más especializada a la salud mental, que es la gran desconocida.
P. ¿Cómo debería hacerse?
R. Sería interesante que los controles médicos se centralizasen en un único lugar, con personal especializado, que está acostumbrado a ver miles de casos. En España, por ejemplo, en el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), dependiente del Ministerio de Defensa y donde antes se hacían todas las pruebas del personal de vuelo; militar o no [En España varios centros sanitarios, así como médicos privados homologados, expiden los certificados médicos a los pilotos]. También podrían realizarse análisis más periódicos.
P. ¿Cómo garantizar que los pilotos tienen buena salud mental?
R. Dando valor al trabajo de los psicólogos. Es clave que los exámenes médicos contengan varios test y una entrevista clínica fundamentada para analizar los rasgos de personalidad anómalos, los episodios depresivos o las tendencias suicidas que tenga o haya podido padecer la persona. Pero hay que tener en cuenta de que has de fiarte de su palabra, de lo que te diga y de la información previa sobre sus condiciones de salud que quiera aportar. Y no olvidemos que muchos de estos trastornos no son fáciles de identificar.
P. ¿Qué problemas mentales ve con mayor frecuencia entre los profesionales de vuelo?
R. Los mismos que en la población general: ansiedad, depresión, problemas de sueño... Pero hay que tener en cuenta que normalmente las personas son sensatas y si no están en condiciones de volar lo dicen y te piden la baja.
P. ¿Se supera una depresión u otro tipo de patología mental?
R. Una depresión grave se cura. Puedes rehacer tu vida y volver a trabajar de piloto. Los trastornos de ansiedad o fóbicos también se solucionan, aunque las personas que han tenido problemas de salud mental deben pasar controles médicos adicionales o cada menos tiempo que el resto.
P. ¿Y patologías más graves?
R. Son casos muy escasos. Un trastorno bipolar, que es una enfermedad crónica, se puede llegar a atajar; por ejemplo. Otras, como la esquizofrenia, son altamente incapacitantes y es difícil que haya siquiera aspirantes a piloto que la padezcan.
P. ¿Cree que los médicos que examinan al piloto así como las compañías deberían conocer todo su historial?
R. La información sanitaria es muy sensible, sobre todo la salud mental. No se puede dejar el acceso amplio a la base de datos clínica. Es un tema complejo porque la línea es muy fina: ¿qué primar, la seguridad total o la buena asistencia a los pacientes? El piloto es una persona y, por tanto, también tiene derecho a la confidencialidad de sus datos.
P. Tras este caso, ¿existe el riesgo de estigmatizar a quienes padezcan problemas de salud mental?
R. Ya hay mucha estigmatización, y esto, sin duda, la incrementará. Sin embargo, lo que más ha sorprendido a muchos de el caso de Germanwings es que siempre se había visto a un enfermo mental como alguien marginal, sin contacto con los demás; pero un enfermo mental puede ser cualquiera. Hay que normalizarlo. Todo el mundo tiene derecho a tener una enfermedad igual que otro tipo de patología.
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