He terminado de leer la primera encíclica de Marcelino.
Me ha dejado preocupado. Muy preocupado.
Evidentemente que su contenido no es compatible con la Constitución del Estado del Reino de España. Y, por otro lado, la considero una ingerencia en los "asuntos internos del Estado del Reino de España.
Entiendo que el Jefe de Estado del Reino de España ha de llamar al Embajador del Estado Vaticano en el Estado del Reino de España para pedirle explicaciones por la conducta de enemistad manifestada por el Jefe del Estado Vaticano.
Y, ha de llamar a consultas al Embajador del Estado del Reino de España ante el Estado Vaticano, nombrando un Encargado de Negocios.
Por otro lado, ha de comunicar a la Presidencia de la Unión Europea el estado de las relaciones diplomáticas del Estado del Reino de España con el Estado Vaticano.
Solicitar una reunión urgente para estudiar la Encíclica del Jefe del Estado Vaticano y la Unión Europea.
De igual modo, ha de denunciar ante la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, del contenido y finalidad de la Encíclica del Jefe del Estado Vaticano.
Y, por último, reunión conjunta del Senadoy los Diputados del Estado del Reino de España para analizar la Encíclica del Jefe del Estado Vaticano.
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