Trabajo de Existencia del Individuo, o Trabajo de Salud del Individuo.
Energía para realizar el trabajo de cada uno de los órganos que nos constituyen, el de coordinar estos trabajos en su conjunto y de este con el Medio Interno y Externo del que se mantiene individualizado, o como Individuo.
Materiales del Medio para transformarlos en propios, tanto para formarse y crecer, como para regenerarse y degenerarse el propio Individuo.
Por otro lado, necesita energía y materiales para mantener su relación de individualización con el Medio.
De igual modo, necesita energía y materiales para transformarlos en Medio Propio, Interno y Externo, tanto para formarse y crecer, como regenerarse y degenerarse el Medio Propio.
Y, por último, necesita sapiencia y conocimiento para realizar estos trabajos con eficacia y eficiencia que permitan la Individualización del Medio durante el Hiperciclo de Vida que le constituye, resultado de la intersección de los dos Subciclos que constituyen este, Latente y Aparente.
Trabajo de Existencia del Medio, o Trabajo de Salud del Medio.
Desde una concepción centrada en el Individuo, el Trabajo de Salud del Medio, se le dice Trabajo de Enfermedad del Individuo. La enfermedad, la destrucción del Individuo se contrapone a la enfermedad, la destrucción del Medio.
El Médico tiene como fin la destrucción del Medio y no tiene como fin la salud del Individuo.
Por ejemplo, se ocupa en destruir la bacteria (o medio), no se ocupa de la salud del Individuo.
Por ejemplo, se ocupa en destruir la reacción orgánica a la agresión que supone la hipertensión arterial, no se ocupa de la salud (hidratación, nutrición y descanso, o eliminación del calor no útil a través del aire espirado) del Individuo.
En otra ocasión anoté como traté la tuberculosis multiorgánica de Fernando y de Palmira (Fernanda para mi por ser la madre de mi amigo Fernando). Traté con la farmacia específica para destruir la bacteria tuberculosa. Pero, también traté a Fernando (me niego a decir Individuo. Era y seguirá siendo, mi amigo) mediante la hidratación, nutrición y la postura.
Hoy, incluso cuando sometemos al encierro en un hospital, al Individuo, no le tratamos a él. Tratamos a la enfermedad.
Un cambio de estrategia conceptual nos hará más felices o, felices, a los Individuos Humanos. La felicidad es propiedad de la Persona, del Individuo Humano que comparte el calor no útil de su aire espirado, al que moldeamos como artistas y nombramos con el hermoso término de ¡PALABRA!. Y, con las palabras creamos el "compost" que denominamos "ORACIÓN" y, que el artista de lo humano José Arias, nombra VERTIDO.
Escuchar, mirar, y palpar un VERTIDO de JOSÉ ARIAS, es toda una lección magistral de connivencia del Humano con el Medio.
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