El segundo problema, una vez conocido el sentido de su desplazamiento respecto al observador, es saber si es agresor o amigo.
El tercer problema es saber si el tiempo de respuesta del observador para evitarlo o recibirlo evita la colisión entre observador y observable.
Qué lengua ha de hablar el observador para hacerse entender por el observable culmina la decisión de establecer la relación del observable con el observador.
Las respuestas a estas preguntas no tienen la eficacia ni la eficiencia deseable.
La discrepancia entre la eficacia deseada y la obtenida se denomina "constante universal". La discrepancia será nula cuando no necesitemos de constantes universales para explicar "todo", como apuntó ya A. Einstein.
De momento, dios juega a los dados para dar respuesta a nuestras preguntas. Pero, ya hay hombres que no comparten el tablero de juego con dios.
Y, eso le gusta a dios. No le gusta a los hombres que ponen el tablero. No se explican como vivir sin ese trabajo.
Por ejemplo, saber si un individuo está metiendo o sacando aire de su pulmón es un problema no resuelto en Medicina. O, al menos, para los intermediarios de la Medicina, o Curas Médicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario