Es un artículo de interés. España, espero que tome en consideración la necesidad de un abrupto cambio de vía en su política económica, llevando a una regulación de todos los mercados desde Madrid e instrumentada a través de las Comunidades Autónomas, a la vez que una desactivación de de la turbulenta disrregulación, o plena liberalización del Mercado.
De forma no abrupta hay que hacer depender el presupuesto de los Concejos de aquel de la Comunidad Autónoma y, a la vez, anular la Ley de liberalización del terreno urbanizable.
En todo el territorio del Estado reducir la altura de la vivienda de modo progresivo.
Reducir la distribución de alimentos fuea de las ciudades e incrementar los mercados interiores a estas.
Aumentar la capacidad agraria de comercializar en mercados interiores.
Fomentar el uso de las fuentes nacionales para generar energía eléctrica.
Redistribuir las Universidades fuera del ámbito de las CCAA con criterios de Estado Central. De igual modo la Adistencia ?Sanitaria.
Desarrollar la Salud Pública a través de los Centros de Salud.
Asistencia médica regulada y no la ultra liberalización caótica individual médica.
Bueno, no es el lugar.
“Tras la ola ultraliberal, hace falta regresar a la regulación inteligente”
El político francés compite con Jean-Claude Juncker y Valdis Dombrovskis para ser el candidato de los populares a la presidencia de la Comisión Europea
El País, Andrea Rizzi 28 FEB 2014
Los populares europeos tienen previsto celebrar los próximos días 6 y 7 en Dublín un congreso para elegir su candidato a presidir la próxima Comisión Europea. Michel Barnier (La Tronche, sureste de Francia, 1951) formalizó ayer su disposición a competir para ello con Jean-Claude Juncker y Valdis Dombrovskis (ex primeros ministros de Luxemburgo y Letonia). Barnier es comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, cargo que cubre la regulación del sector financiero. En una entrevista concedida durante la conferencia organizada en Madrid por el Consejo para el Futuro de Europa, el comisario defiende su actuación para reparar los daños causados por “la ola ultraliberal que, apoyada por derecha e izquierda, se impuso en Europa a partir de los ochenta”.
Pregunta. ¿Cuáles serían sus prioridades si fuera nombrado presidente de la Comisión?
Respuesta. Estamos en un momento decisivo para Europa. Regresan ciertos reflejos nacionalistas, proteccionistas. Los populistas suben. Europa debe cambiar. En los últimos cinco años, hemos salvado lo esencial. Hemos cambiado la gobernanza económica y hecho una regulación financiera como no había habido nunca en Europa. Pero esto no es suficiente. Ahora toca retomar la iniciativa para el empleo, el crecimiento, la competitividad.
P. ¿Hubo demasiada austeridad?
R. No hemos estado muy lejos de ese riesgo. De hecho, desde hace tres años abogo en el seno de la Comisión por una diferenciación del nivel de los esfuerzos, por países y en el tiempo. Esta crisis ha sido de una violencia terrible. Ha revelado todas las debilidades europeas a la vez. Ha sido un trabajo enorme enfrentarse a los problemas aflorados en tantos sectores a la vez. Por ejemplo, a una regulación financiera que no existía. Porque se había desregulado todo desde hacía 30 años, en una especie de ola ultraliberal —una caricatura del liberalismo— apoyada tanto por la izquierda como por la derecha. Ahora regresamos a una economía social de mercado, a una regulación inteligente. No digo que todo se hizo correctamente. Pero, globalmente, se tomaron las decisiones correctas. El tren no ha descarrilado.
P. Acaba de presentar su plan de regulación para los bancos sistémicos. Algunos expertos creen que llega muy tarde, con la Eurocámara a punto de disolverse.
R. Otros, como el gobernador del Banco de Francia, creen que nunca debería haberlo presentado. No es demasiado tarde. Primero tenía que promover una legislación para las 8.300 entidades de crédito de la UE. Después, he impulsado este texto para prohibir las actividades más especulativas en 30 bancos sistémicos.
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