Para mi sobrino Augusto.

Reflexiones de ha tiempo que no han sido escuchadas, aunque algunos las hayan oído.

La señal tomada por nuestros sentidos no forma parte de un documento. El resultado del procesamiento que realizamos de la señal captada, o tomada forma parte de un documento.

El conjunto de cocinentos así obtenidos identificados por el momento, el lugar y el autor, constituye el llamado "curso clínico"


El órgano, o sistema humano que capta, procesa y emite la información, no se relaciona con el órgano, o sistema documental.

Es abdurdo que las máquinas en uso para la exploración y el tratamiento utilizadas en la asistencia médica, se quieran conectar con el sistema "informático" documental, o historia clínica.
Pretender que las imágenes se encuentren integradas en la historia clínica, es necio fin. Es igual que si los documentos en papel estuvieran físicamente formando parte del mismo legajo.
El alto coste económico y de uso que esa pretensión tiene, sólo es explicable por quien no es sabedor, no ya conocedor, de lo que es un sistema documental y, ante la presencia de imágenes queda pasmado ante las mismas.

Una anécdota.
Cuando la TV en España se emitía en canal UHF y restringido a una parte de Madrid ciudad (9allá por los últimos años 50 del siglo XXX), mi padre llegó de Madrid con un artefacto gris y forma de cubo. Era de madrugada, levantó a toda la familia y nos hizo bajar para que admirásemos aquel artefacto que había traído.
Lo conectó a la red eléctrica y la puso dos cuernos encima, presionó un botón y en el cristal que tenía en una de sus lados, salieron luces sin forma alguna, a la vez que salía un ruidoso gangoso.
Con solemnidad nos anunció: "dentro de unos años veréis que salen las personas que ahora sólo oímos por la radio. Pero, por lo que he visto y oído en Madrid, vale más lo que escuchamos que lo que vemos.
Bueno, hay que estar al día, esto ya funciona en todas partes de Estados Unidos.
Así que a la cama y pensar lo que supone este invento que nombran televisión por el hecho de verde a distancia.
Papa -sin acento- entonces. ¿Porqué a la radio la nombramos tele audición?, le preguntó Lughio.
Ah, no se pero si te parece mejor, a partir de hoy no tendremos radio sino tele audición.

Venga a la cama. Mañana toca más.

Manuel, definitivamente estas chiflado. Anda deja eso ahí y vamos todos a dormir.