El 14 de agosto de 1385 Portugal vence a Castilla en la batalla de Aljubarrota.
El 1 de marzo de 1476, Castilla vence a Portugal en la batalla de Toro.
En la batalla de Aljubarrota, el Alférez Real de Castilla, Don Gutierre Bernaldo de Quirós, pone pié en tierra y cede su caballo a su Rey. Muere desangrado en el río tras habérsele amputado las manos y no haber cedido el cendal donde custodiaba el Pendón Real y, con ello, no entregaba Castilla a Portugal.
La armadura de Don Gutierre es retirada por los los caballeros castellanos estando este en el río para no servir de motivo de la derrota, retirando de la misma todos sus atributos. Entregada a su rey Don Juan I de Castilla, mándala depositar en la capilla de los Reyes Nuevos junto a la tumba de su padre Don Gonzalo Bernaldo de Quirós que allí estaba por mandato de Don Enrique II de Castilla para honrarle por su lealtad.
En la batalla de Toro, el Alférez Real de Portugal, o Maestre, Don Duarte de Almeida, se le refiere la misma gesta que a Don Gutierre. Y, diferentes crónicas refieren la armadura depositada en la Capilla de los Reyes Nuevos de la Catedral de Toledo como suya y dejando fuera la memoria del Leal Don Gutierre Bernaldo de Quirós. Tal versión de los hechos sólo tiene el motivo de demostrar con ella el poseer la prueba de haber vencido a Juana por parte de Isabel, a través de sus esposos, los dos Fernando y, ello, dar por zanjada la disputa de sucesión de las dos mujeres.
¿Qué razón puede darse para depositar en la Capilla de los Reyes Nuevos la armadura de un alférez real y que este no fuera ni siquiera noble castellano. Razones hemos dado para determinar como más plausible que es la de Don Gutierre que en vida no había sido considerado heredero del condado de su padre, debiéndose, él mismo, intitularse. Y, a la vez, haberle confirmado a su padre el condado por Don Enrique II el título concedido cuando aún era Infante y, hacerlo cuando ya era muerto Don Gonzalo.
El cuerpo de Don Gutierre rescatado del río por los nobles asturianos fue enterrado en el Monasterio de San Francisco de Oviedo.
Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y otros, parece que han estado "empeñados" en ser considerados "católicos", "castos", o "legítimos" reyes de Castilla y Portugal, Aragón y otros. El hecho histórico relacionado con la "armadura de la capilla de los Reyes Nuevos" pone en duda, cuanto menos, su carácter de legítimos, católicos, o castos (denominación adoptada por Alfonso II y reforzada por su hermano Ramiro para este reforzar su "legitimidad". Este último, ha de tenerse en cuenta que no era rey legítimo por cuanto quien si lo era Sancho Díaz, conocido como el cuñado de Alfonso II, o Nepociano. Este es el que fue nombrado rey sucesor de Alfonso II, por el Consejo del Reino)
Reivindicar el esclarecimiento de la Batalla de Aljubarrota, pretendido distraer, u ocultar por parte de los intitulados "reyes católicos", "reyes legítimos", o "reyes castos". La desviación de su "santidad", es un hecho que no está de acuerdo con su memoria.
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