La gran vulnerabilidad, como indica el propio Warren Buffett en la carta, está en el tamaño. Eso, como explica, le obliga a realizar compras cada vez más grandes para mantener el crecimiento y evitar una desbandada de sus fieles.
Cuando aumenta la población se reducen los alimentos llegando a reducirse la población por la ausencia de alimentos (Malthus).
Cuando aumentan los alimentos y, en respuesta, aumenta la población se llega a reducir la población por la destrucción de los alimentos consecuencia de no poderlos consumir (hoy estamos en destrucción de la población, o crisis). En definitiva, por el comportamiento nombrado como usura.
La obesidad mata, destruye la población, no sólo del individuo.
Warren Buffett gana por goleada a Wall Street
La firma del ‘Oráculo de Omaha’ cumple 50 años con una rentabilidad 67 veces mayor que el índice bursátil de referencia en Estados Unidos S&P
El País, Sandro Pozzi Nueva York 28-02-15
Hace medio siglo que Warren Buffett empezó a escribir sus cartas a los accionistas de Berkshire Hathaway. Con el paso de los años, se han convertido en una Biblia para los inversores de Wall Street. Solo hay que fijarse en el rendimiento de la compañía para entenderlo. Los activos que controla se han apreciado un 751.113% desde 1965. En este tiempo el S&P 500, el índice que agrupa a las grandes empresas cotizadas de Estados Unidos, lo ha hecho un 11.196%. Es como ganar un partido de fútbol 67 a 1.
En la que ha sido la misiva de las Bodas de Oro, la número 50, Buffett, de 84 años, ha aprovechado para hablar del pasado, presente y futuro de la compañía que fundó en Omaha (Nebraska), tras comprar una firma textil en apuros. Ahora es una compañía de inversión muy diversificada, con acciones de Coca-Cola, American Express, IBM, Procter & Gamble, Wrigley, Heinz, Duracell, Geico, Wells Fargo y NetJets.
Mirando a los próximos 50 años, Buffett admite ante sus fieles inversores que “la mala noticia” es que será imposible replicar el rendimiento de las pasadas cinco décadas. “Los números son demasiado grandes”, añade, aunque se muestra convencido de que Berkshire seguirá superando a cualquier firma de inversión en EE UU.
La desaceleración del rendimiento es algo que se ve desde hace unos años, hasta el punto de que Berkshire crece ahora menos que el S&P 500. El pasado ejercicio, por ejemplo, sus activos se apreciaron un 8,3% frente al 13,7% del índice. La gran vulnerabilidad, como indica el propio Warren Buffett en la carta, está en el tamaño. Eso, como explica, le obliga a realizar compras cada vez más grandes para mantener el crecimiento y evitar una desbandada de sus fieles. Y, sin embargo, este no es el único desafío. Probablemente, el mayor reto sea ahora quién será su sucesor y si logrará sostener los resultados.
El medio siglo de Berkshire Hathaway se celebra con una incógnita aún sin resolver. ¿Quién tomará el relevo de Buffett, el llamado Oráculo de Omaha, cuando decida retirarse? El elegido para llevar las riendas del conglomerado está identificado desde hace tres años, como ya anunció en la carta que dirige a los accionistas en marzo de 2012. Pero el magnate se sigue sin revelar su nombre. Lo único que deja claro es que emergerá en el seno de la firma.
Dentro del conglomerado despuntan dos nombres, aunque hay siete aspirantes. Uno es Todd Combs. Empezó a trabajar para Berkshire en 2011. Antes llevó un fondo especulativo con 400 millones en activos. El otro potencial aspirante es Ted Weschler. Pagó 5,3 millones de dólares en dos subastas benéficas para almorzar con el oráculo de Omaha. Como Buffett, es un inversor de largo recorrido. También hay una protegida, Tracy Britt Cool. La contrató en 2009, cuando tenía 25 años y Warren Buffett dice que piensa como él. Su hijo Howard Buffett, designado ya como el guardián de los valores del imperio, también está en lista. Y la cierran Ajit Jain, responsable del negocio de seguros, Matt Rose, de la ferroviaria BNSF, y Greg Abel, que controla los activos de
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