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9 mar 2014

A mis compañeros anestesistas del SANACOVA.

Se cita  que en US, en cirugía no cardíaca, se produce infarto de miocardio en el 0.2% de los pacientes sin antecedentes csrdiologicos. En aquellos con antecedentes coronarios, la incidencia de infarto de miocardio sube al 1.%.

La mortalidad derivada del infarto de miocardio en estos pacientes es muy variable, dando cifras del 26-70%.

Cuales son las causas de infarto y de mortalidad de estos, no están identificadas se refiere en los medios de fusión médica producidos por las empresas del Sector Sanitario.


Los principales objetivos del manejo preoperatorio en estos pacientes son, se dice:
la clasificación de su riesgo cardiaco perioperatorio
y la disminución de este riesgo por medio de los tratamientos correspondientes.

Estos últimos pueden ser:  
- modificación de la farmacoterapia y/o del tipo de intervención quirúrgica.
 - una monitorización transoperatoria exhaustiva
- una técnica anestésica correcta, y, posiblemente,
- la revascularización miocárdica.

La correcta valoración preoperatoria debe incluir : anamnesis, exploración física y sus condiciones, el solicitar e interpretar con cuidado las pruebas de laboratorio y gabinete solicitadas, información al paciente y familiares de los pasos clínicos, quirúrgicos y anestésicos a realizar, la selección de una buena premedicación anestésica y el obtener el consentimiento del paciente.

Se anota en los diarios de difusión ya señalados la Clasificación General que, de modo resumido, podemos referir como sigue:

Hay varias clasificaciones para obtener el riesgo cardiaco prequirúrgico.
La Sociedad Americana de Anestesiólogos (ASA) tiene una clasificación según el estado físico:
clase II, pacientes con cardiopatía asintomática
clase III, angina controlada efectivamente con fármacos
clase IV, pacientes con angina inestable
clase V, pacientes con infarto miocárdico y choque cardiogénico.

El valor predictivo de esta clasificación es muy limitada.

Comentario personal sobre el tema que ocupa esta nota.


En los últimos años setenta y primeros ochenta he sido requerido en varias ocasiones para  asistir a pacientes que tras cirugía pros tarifa presentaban alteraciones en el conmigo de conciencia.

Tras el estudio concluí que presentaban "Afectación Encefalica Secundaria de naturaleza asfíctica por motivos extracraneoraquideos.

La postura en decúbito supino y anti-tren era, probablemente, la causa, disponiendo que la posición en decúbito supino debería ser acompaña de una elevación toracocefálica lineal a 30 grados. De igual modo la presión positiva espiratoria de la ventilación debería ser reducida y, para ello, se debería utilizar un ventilador de presión tipo Engströn.
De igual
Modo antes de la cirugía se debería evacuar adecuadamente de heces y hacerle fisioterapia ventilatoria.

De igual modo, la farmacia perioperatoria e intraoperatoria no debería producir aumento en las secreciones bronquiales ni en la salivación. La intubación debería ser no traumática con el inflado de cúff que no dejara pasar saliva ni regurgitado gástrico al árbol laringotraqueal. De igual modo, ni la intubación ni la extinción debería producir valsalbas positivas.
Se recomendaba el estudiar el poner en decúbito lateral la realización de la cirugía. Y no hacer Crede para el vaciamiento forzado del contenido vesical de suero utilizado en el lavado de la vejiga durante la cirugía.

Explicar que la posición y la postura aumentaba la presión en el Sistema de Cava Superior y, dado que tal sistema era a valvular, la presión asfixiaba el Encéfalo y esta se manifestaba por la clínica que les motivaba a pedir mi ínterconsulta.

A partir de ese momento cambié la posición y la postura de todas las técnicas en Neurocirugía; hecho que dio lugar a la jocosa expresión "neurocolocación de Augusto.
 Tratar de dar a conocer que el corazón no es una bomba impelente ni aspirante, sino un limitador mecánico del Sistema Vacular y que la sangre "no se mueve" ha sido un trabajo nada eficaz.
El aumento de la presión de la vena coronaria es la causa de la angina de pecho y la respuesta espasmodica de la arteria coronaria conlleva a una reducción de su gasto, siendo este la causa de la isquemia, o infarto perioperatorio.

Aún hoy seguimos actuando bajo conceptos que han sido abandonados por la Ciencia Médica en los años sesenta. No abandonados por la seudo ciencia médica dirigida intencionadamente a través de las revistas de las sociedades médicas desde los interesados productores de las mismas y radicados en la US.


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