Buscar en este blog

10 mar 2014

Moral y Politica

Moral y Política
Albert Camus


....

¿POR QUÉ ESPAÑA? (RESPUESTA A Gabriel Marcel)
(Combat, diciembre de 1948).

Sólo responderá aquí a dos pasajes del artículo que usted dedicó a El estado de sitio, en Les littéraires. De ningún modo quiero contestar a las críticas que usted, u otros, le hicieron a esa pieza en tanto obra teatral. Cuando alguien se arriesga a presentar un espectáculo o a publicar un libro, se expone a ser criticado y debe aceptar la censura de su tiempo. Es preciso, entonces, callar, aunque se tenga algo que decir.

Sin embargo, usted ha rebasado sus privilegios de crítico al asombrarse de que una pieza sobre la tiranía totalitaria hubiera sido situada en España, cuando usted la vería mejor en los países del Este. Y me concede definitivamente la palabra al escribir que hay en ella falta de coraje y de honestidad. Es cierto que usted es demasiado bueno al pensar que no soy responsable de esa elección (traduzcamos: es el malvado Barrault, ya tan cubierto de crímenes). La desgracia es que el drama transcurre en España porque yo lo decidí, y decidí solo, tras reflexión, que transcurriera, en efecto, allí. Debo, entonces, hacer caer sobre mí sus acusaciones de oportunismo y deshonestidad. No se extrañará de que, en tales condiciones, me sienta obligado a responder.

Probablemente, por otra parte, no me defendería de esas acusaciones (¿ante quiñen justificarse eso, hoy?), si usted no hubiera tocado un tema tan grave como el de España. En verdad, no tengo ninguna necesidad de decir que no busqué adular a nadie al escribir El estado de sitio. Quise atacar de frente un tipo de sociedad política que se ha organizado, o se organiza, a derecha y a izquierda, sobre el modelo totalitario. Ningún espectador de buena fe puede dudar de que esta obra toma el partido del individuo, de la carne en lo que ella tiene de noble, del amor terrenal, en fin, contra las abstracciones y los terrores del Estado totalitario, ya sea ruso, alemán o español. Graves doctores meditan a diario sobre la decadencia de nuestra sociedad buscándole profundas razones. Esas razones existen, sin duda. Pero para los más simples de nosotros, el mal de la época se define por sus efectos, no por sus causas. Se llama Estado, policía o burocrático. Su proliferación en todos los países, ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario