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6 mar 2014

Robando el futuro, lo único que queda.

Un presente patético por el cinismo alienante de los políticos y la política. Un futuro robado para nuestros hijos y una vida esperada de hambre física.

Esta noticia tiene este significado.


La financiación de la ciencia está en “encefalograma plano”
La COSCE denuncia que casi la mitad del dinero que presupuesta el Estado en I+D no se gasta
El País,Alicia Rivera, 05/03/2014
El ligero aumento de la inversión del Estado en ciencia aprobado para este año supone un cambio respecto al continuado descenso que han sufrido los presupuestos de I+D año tras año desde que comenzó la crisis, pero ni de lejos compensa la financiación perdida desde 2009, señala la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) en su análisis de los presupuestos de 2014. “La financiación de la ciencia está con encefalograma plano respecto a 2013”, señaló el catedrático de la Universidad Complutense José Molero, uno de los autores del informe. “Hace falta mucho más impulso”, apuntó Carlos Andradas, presidente de la COSCE, en la presentación del análisis. Los expertos denunciaron, además, que casi la mitad del dinero presupuestado, en 2012, para I+D+i no se utilizó y el porcentaje de gasto en 2013 puede que haya sido aún menor.
Los recursos globales del Estado dedicados a I+D en los presupuestos de este año ascienden a 6.146 millones de euros, lo que significa un incremento, respecto a 2013, del 3,6% (el 2,7% descontando la inflación), indica el análisis de la COSCE. No hay que olvidar que los presupuestos de I+D han caído casi un 37% desde 2009. Además, en la comparación de 2013 con 2014 no se tiene en cuenta la inyección extra de dinero que el Gobierno tuvo que poner en el sistema de I+D para rescatar instituciones y partidas exhaustas; fueron en total 174 millones, de los que 95 se destinaron a evitar la quiebra delCSIC y el resto a otros compromisos, sobre todo los pagos de los proyectos de investigación del Plan Nacional. “La suma del dinero presupuestado en 2013 más esos rescates es superior al presupuesto de 2014, por lo que estamos abocados a más créditos extraordinarios este año”, advirtió Andradas. “No hemos incluido esos créditos extraordinarios de 2013 en el cómputo porque no sabemos si habrá otros este año”, explicó Molero.
Las cifras globales muestran el total de la I+D en 2014, esos 6.146 millones) retrotrae la inversión en ciencia y tecnología a los niveles de 2005, según muestra el análisis de su evolución.
La mayor parte del incremento de este año se da en la I+D militar (un 39,47%), sector que había sufrido grandes recortes en los últimos años y que supone solo un 6,13% del total de gastos en investigación y desarrollo; la I+D civil aumenta en 2014 un 1,26%, pero el incremento se produce en las operaciones no financieras (6,06%), mientras que los créditos se reducen en un 1,69%. Aun así, estos préstamos destinados a las empresas suponen algo más del 60% del total presupuestado. Ese 1,26% de incremento de la investigación civil, si se resta la inflación, se queda en un 0,04%.
No hay que perder de vista, además, otro gravísimo problema del sistema español de I+D, alertó Molero, y es que la inversión del sector privado, ya raquítica en España respecto a otros países desarrollados, ha caído en los dos últimos años.
Muy alarmante es, en opinión de los expertos, el hecho de que el dinero presupuestado y muy mermado respecto al máximo alcanzado en 2009 (9.673 millones), ni siquiera se gasta en su totalidad. La ejecución del presupuesto de I+D en 2012 (último año para el que están ya completos los datos oficiales) fue de solo el 45,3%, en una escalada creciente de porcentaje de no ejecución cada año superior al anterior (en 2007 se quedó sin gastar el solo 8,7%). La mayor parte del dinero de I+D no utilizado corresponde a los créditos, que se presupuestan cada año con un volumen muy alto, aunque el anterior no se hayan utilizado, de manera que las cifras totales resultan más abultadas. Pero también se quedó sin utilizar, en 2012, el 13,2% de las transferencias de capital, capítulo con el que se financian, por ejemplo, los proyectos de investigación y los contratos de los programas Ramón y Cajal y Juan de la Cierva, que se han visto muy mermados en los últimos años.
En 2013, alertó Molero, el panorama de la ejecución puede ser aún más devastador, ya que a 30 de noviembre, se había utilizado menos de la cuarta parte del total presupuestado en I+D. Hasta finales de este mes no se conocerá la ejecución presupuestaria oficial total del año pasado, comentó.
El Fondo Nacional de Investigación, con el que se pagan los proyectos científicos competitivos y los contratos, se queda este año en 284.167 millones, algo más que los 273.881 del año pasado, pero muy lejos de los 572.475millones de 2010, que ya fueron 342.684 en 2012. “El efecto acumulado es devastador”, señaló José De Nó, investigador del CSIC y coautor del análisis de la COSCE. Y los organismos públicos de investigación (OPI), incluido el CSIC, que es el mayor de ellos, tienen unas pérdidas acumuladas de financiación de 1.784 millones de euros desde que comenzó lo peor de la crisis.
Andradas puntualizó que no se puede contar con que el nuevo programa de I+D+i de la UE Horizonte 2020 “vaya a salvar y compensar la escasez de los fondos españoles”.
El panorama de la formación de científicos reflejado en los presupuestos de 2014 sigue la tónica de estabilización del mínimo alcanzado en 2013. El total de fondos para los programas de formación de personal investigador y de personal universitario se fija en 135.516 euros, frente a 134.679 el año pasado, según el análisis de la COSCE, muy lejos de los 195.983 millones de 2009 y poco menos en 2008.
Pero la escasez de dinero no es el único problema del sistema de ciencia español, resumió De Nó: se quedan sin gastar gran parte de los recursos; la aparente ligera mejoría de este año en el presupuesto en realidad consolida las pérdidas de los años anteriores; los OPI no recuperan siquiera el nivel de 2012. “Se plantea todo esto como un reparto de recursos, no como una estrategia de la I+D del país”, apuntó el investigador del CSIC, recalcando la pérdida de personal científico que se está formando y el problema de los recursos humanos en general…. “El sistema es anquilosante e impide hacer aquello para lo que está destinada la investigación; no estimula las vocaciones científicas; no evalúa realmente la calidad y no tiene en cuenta el conocimiento de los expertos en la toma de decisiones del país, que tienen un alto contenido técnico”, declaró De Nó.

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