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8 abr 2014

Hay denuncias verdaderas y falsas.



Que hay denuncias falsas es un hecho.El mentir es propio de los Individuos Humanos No Personas. Por ese motivo que en Derecho el mentir para defenderse es admitido.

La mentira no es propiedad del género, es propiedad del Individuo y de Colectivos, o Poblaciones de Individuos.


Transmitir la idea de que hay denuncias falsas, ayuda a saber y, sobre todo, a conocer el motivo por el cual se utiliza la violencia y no el parlamento en la resolución de conflictos, o desacuerdos. 

Transmitir la idea de que la "mayoría " o la "minoría" de los casos de violencia de género son falsos, es un delito y como tal hay que tratarlo. 

Hay que hablar con los datos analizados y de los que resultan afirmaciones de denuncias falsas y verdaderas.

Es habitual el no dar a saber cuales son los datos estudiados de los cuales se concluyen afirmaciones. En Ciencia, no es admisible hacerlo. Ningún medio de comunicación científica admite publicar afirmaciones, o resultados, si no se acompaña del material utilizado, así como la metodología utilizada. El propósito de ofrecer esta información es el de poder reproducir el estudio. Es a partir del momento que se reproduce que se habla de "verdad científica", es decir, verdad hasta el momento que se demuestre que no lo es.En este momento, se concluye la actuación racional de carácter científico.





Si quien escribe este artículo que pego a continuación es universitaria, ha de tener estos criterios claros y aplicarlos. Supongo que tenga los datos y la metodología utilizada en su análisis para ofrecerlos en el mismo medio utilizado para difundir o comunicar las afirmaciones, o resultados que hace de su estudio.



De este periódico, digo lo mismo, pues él difundir estas afirmaciones supone que tenga en custodia tanto el material como la metodología de los autores. Tendrá que comunicar el motivo por el cual no las público junto con las afirmaciones.




“Decir que hay denuncias falsas les hace pensar que no las creerán”

Esta especialista de género cree que la ley no es mala, pero debe de mejorarse tras diez años

Valencia 7 ABR 2014


  • Encarna Bodelón es profesora de Filosofía del Derecho de la Universitat Autónoma de Barcelona y ha estudiado junto al grupo de investigación Antígona la respuesta de los juzgados de Madrid y Barcelona a la violencia de género.
    Pregunta. Solo 11 de las 54 mujeres fallecidas el año pasado habían denunciado. ¿Por qué la tasa es tan baja?
    Respuesta. Es un error vincular la atención y la protección a estas mujeres solo con la presentación de la denuncia. Deben existir otros sistemas de intervención sin tener que presentar denuncia.
    P. Pero, en todo caso, se denuncia menos.
    R. Sí, parece que sí. ¿Y por qué? Hay varios factores. Uno de los más importantes tiene que ver con el mal funcionamiento del sistema penal y del comportamiento de jueces, fiscales y abogados, como comprobamos mediante las entrevistas que hicimos en nuestro estudio.
    P. ¿Qué observaron?
    R. Por ejemplo se transmite la idea desde hace años de que hay muchas denuncias falsas, por los que las mujeres tienen la sensación de que no van a ser creídas cuando cuenten su caso. En el entorno judicial también hay establecidos estereotipos como el de las lesiones que deben presentar estas mujeres, el aspecto que deben presentar. De hecho, la violencia psicológica se denuncia escasísimamente. Las mujeres temen volver a ser victimizadas, que no se las crea, que no se las proteja efectivamente... Hay una ley, pero los operadores jurídicos no están a la altura de la prestación de la norma.
    P. ¿Qué otras medidas se pueden aplicar contra las agresiones al margen de la denuncia?
    R. Ahora, toda intervención parte de la idea de seguridad policial, pero sabemos que cuantos mayores derechos efectivos ejercen las mujeres, por ejemplo, laborales o sociales, más protegidas están. Y con la crisis hay un retroceso de derechos. Las mujeres son las que más pagan los efectos de la crisis.
    P. ¿Cómo se puede mejorar la ley?
    R. La ley no es mala, pero es mejorable y tenemos que profundizar en ella. Debe irse mejorando con el paso del tiempo, han pasado diez años desde que entró en vigor. Por ejemplo, en la formación de los operadores jurídicos. Habría que eliminar cierta cultura sexista que existe en el ámbito jurídico. También en la promoción o educativas. La asignatura de Educación para la Ciudadanía trabajaba cuestiones relacionadas con la violencia de género en los colegios, pero ya no existe y no sabemos cómo se trata ahora la cuestión en las escuelas.

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