ARTE ASTURIANO
José Manuel Pita Andrade
EL ESTILO RAMIRENSE: EL MAESTRO DE NARANCO
Santa María de Naranco
Fue levantada junto a otras construcciones que formaban un conjunto "residencial" que Ramiro I quiso tener a cuatro kilómetros de Oviedo, donde poseía los pació a construidos por su antecesor. Han desaparecido los edificios civiles dedicados a la vivienda del monarca y sólo nos queda este que debió ser principalmente utilizado como salón de recepciones. Es posible que ya antes de morir el rey fuera transformado en templo bajo la asco acción de Sabra María.
Tiene dos pisos de planta rectangular de proporciones sensiblemente mayores a las de la Cámara Santa; pero no puede negarse que su organización general es similar. El Maestro del Naranco se preocupó además con gran empeño de imprimir un vigoroso desarrollo a los elementos constructivos y en ligar a éstos la ornamentación. La obra se nos ofrece como un conjunto donde se armonizan técnica, decoración y proporciones.
La planta inferior aparece dividida en tres piezas. La del centro (que sirvió de capilla antes de transformarse todo el edificio en templo) lleva bóveda de medio cañón arrancando de un zócalo según el sistema que vimos en la Cámara Santa, pero surge aquí un elemento nuevo y trascendental : los arcos perpiaños que la refuerzan. Son los más antiguos que se conocen en la arquitectura cristiana de la Alta Edad Media. Si volviésemos la mirada al mundo romano podríamos ver en obras paganas como el Ninfeo de Nimes, arcos semejantes. En Naranco aparecen estableciendo un nexo entre el arte clásico y el románico. Hacia 1027, en Tierra de Campos, la cripta de San Abtolin en la catedral de Palencia recoge los frutos de este precoz ensayo realizado en Asturias dos siglos antes.
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A ambos lados de la pieza abovedada existen otras con techo de madera. La que mira hacia Levante se comunica con la del centro con una pequeña puerta y presenta gran interés . De antiguo se vino diciendo (por los restos de conducciones de agua descubiertos) que está pieza serviría de piscina ; pero Schlunk ha observado recientemente la falta de un pavimento impermeable y otros elementos que niegan la existencia del pretendido baño; en cualquier caso habrá que explicar las conducciones de agua. ¿Sería este un cuarto de aseo donde se dispondría una pila que luego desapareció? Queda tan sólo planteada esta pregunta mientras no se halle una respuesta satisfactoria. La habitación situada hacia Poniente tiene acceso solamente por fuera. Desconocemos también el uso que tuvo.
El acceso a la planta principal de Santa María de Naranco se dispuso con escaleras exteriores de doble derrame. Sólo una de ellas ha llegado a nosotros y para eso sufriendo la reconstrucción (a principios del siglo XIII) de la puerta de ingreso que lleva un arco apuntado. En esta planta noble destaca un magnífico salón rectangular. Sus muros aparecen decorados con arcos ciegos que apean en haces de cuatro columnas. El recinto se halla cubierto con bóveda de medio cañón reforzada com an arcos perpiaños. Estos arcos de refuerzo (salvo uno central, impar, que descansa sobre los arcos de las puertas) apoyan indirectamente en las columnas a través de unas piezas rectangulares y unos discos que ocupan las enjutas de los arcos. Estos elementos de descarga cumplen una función a la vez que arquitectónica y decorativa porque se hallan adornados con relieves. Si se añaden a ellos los que hay en los capiteles y el sogueado de las columnas, pondrá comprenderse de qué manera admirable. supo aglutinar el maestro de Naranco lo constructivo con lo ornamental.
La sala central comunica mediante tres huecos con sendos miradores. Tras las restauraciones realizadas hace unos años para dejar libre de adherencias al edificio, aparecen abiertos y condensan, si cabe con más belleza que en el salón central, la articulación entre las columnas, arcos y bóvedas. Hemos de disculpar ciertas incorrecciones en el encuentro de las arquerías. Otros defectos tienen el mérito de mostrar (tal vez sin que el arquitecto pudiera prever la trascendencia del sistema), verdaderos pilares compuestos con pares de columnas adosadas. La preocupación por realzar los más pequeños elementos constructivos se acusa en la labra de los capiteles, gustas y basas, en las molduras que decoran los frentes de los arcos y, una vez más, en los discos que van enriquecidos con motivos labrados a dos planos.
El análisis de Santa María de Naranco sugiere otras observaciones de menor interés pero que permiten completar el cuadro de novedades que se registra ahora. Todo el edificio lleva un zócalo del que arrancan los contrafuertes que actúan (salvo leves desvíos) en conexión con los haces de fustes del interior. Los huecos en las piezas bajas están en relación con los de los miradores. Un problema es la existencia de culto dentro del edificio desde hace muchos siglos. Trascendental a este respecto es el ara que hubo primero en la pieza abovedada de la planta baja y después en uno de los miradores. Es obra de la época del rey Ramiro, que presenta curiosas anomalías. Aparte de su decoración tiene gran interés la inscripción que nos da la fecha del 23 de junio del año 848. Merece transcribirse la traducción de D. Manuel Gómez Moreno: "oh Cristo, Hijo de Dios, quien en el vientre de la Virgen Bienaventurada Maria entraste sin hu / mana concepción y saliste son corrupción, que por el siervo / tuyo Ramiro, Príncipe glorioso, con Paterna Reina su mujer renovaste esta / morada por la demasiada antigüedad consumida y por ellos edificaste esta ara de bendi / ción a la gloriosa Santa Maria en este lugar elevado, óyelos desde tu morada de los cielos y perdona los pecados / de ellos. Que vives y reinas por los infinitos siglos de los siglos. Amén. / Dua Nono de las Kandelas de Julio. Era de ochocientos ochenta y seis."
El texto habla de la renovación de una mirada, lo que implica la existencia en este sitio de un edificio anterior. Lo habría en efecto, aunque debió ser de muy modestas proporciones. La construcción revela ciertas vacilaciones y arrepentimientos que pueden tener su origen en esa obra primitiva. El ara nos ilustra sobre la existencia de un culto a Santa María en este sitio concreto y hasta nos induce a sospechar que antes de morir Ramiro el palacete, con su gran salón, se había convertido ya en templo.
¿Ha visto la serie de TVE-2 " Las claves del Románico" de Peridis? Le encantará, sobre todo la dedicada a Asturias.
ResponderEliminarPuede verlo en internet en el siguiente enlace Las claves del románico - Prerrománico asturiano - RTVE.es
¡Que lo disfrute...!