Los "nuevos ricos", los que "no han comido caliente", no vienen de, o han sido nombrados por, son idiotas y, con su llegada a la gestión de lo público lo hacen bajo la propiedad del ignorante y del "yerto de hambre", siendo fácil presa para quienes, como él, desean, o envidian lo ajeno.
El individuo Calatrava, ignorante de la arquitectura, no ha estafado, sino que ha mantuvo y, los ignorantes han sido engañados.
Las obras realizadas por este arquitecto-like son manifestación de lo dicho.
Acá en Asturias, los idiotas disfrazados de políticos les hay que defenestrar a los que están y, encerrar a quienes han estado. Son estos los que han cometido el DELITO político y económico. Los arquitectos-like han ofrecido un producto de "todo a uno" que los ignorantes, habidos de oropel han adquirido en nombre del Estado.
La Fiscalía ha de tomar medidas contra quienes adquirieron la obra, definir su nivel de ignorancia, los fines pretendidos con su adquisición y los medios utilizados. No sólo se ha de ir sobre el que mintió, sino también contra el engañado Estado de Valencia, de Asturias.
¿Se ha concluido la relación contractual con todos los proveedores del hospital de La Cadellada?
Valencia demanda a Calatrava
La Generalitat denuncia al arquitecto y a las constructoras del Palau de les Arts por no poder garantizar que la reparación del ‘trencadís’ de la fachada durará 10 años
Ferran Bono Valencia 31 Julio 2014
Un trozo de trencadís del Palau de les Arts cayó hace ocho meses y el Gobierno valenciano decidió retirar todo el recubrimiento cerámico de la gigantesca fachada de la ópera para evitar males mayores. Desde entonces, el despacho de Santiago Calatrava, que diseñó el edificio inaugurado en 2005 con un coste de 478 millones de euros, y las empresas que lo construyeron (Acciona y Dragados) asumieron la búsqueda de una solución, además de los diversos gastos que eso comportara.
Este jueves, la Ciudad de la Artes y de las Ciencias (Cacsa), complejo de la Generalitat donde se enclava la ópera, decidió cumplir su amenaza ycontinuar adelante con la demanda contra el arquitecto y la unión temporal de empresas porque su última propuesta para la reposición deltrencadís “no garantiza suficientemente la responsabilidad solidaria de 10 años que exigía para las obras de reparación de la cubierta”.
El mayor escollo es la dificultad para encontrar una aseguradora dispuesta a garantizar la durabilidad por diez años de la reparación contrencadís.
El Gobierno valenciano prefiere la solución de volver a instalar este revestimiento, aunque con otra técnica y otro material adhesivo, que resistan las tensiones producidas por el diferente coeficiente de dilatación de la cerámica y el metal de la cúpula, con una superficie de 8.000 metros cuadrados, sometida a grandes contrastes térmicos. Esta fue la principal causa de los desprendimientos, según los técnicos. Sin embargo, Calatrava y la UTE sólo “ofrecen como garantía de ejecución un seguro a todo riesgo de tres años y a 10 años de responsabilidad civil, así como una garantía de Calatrava y la UTE, pero no solidaria”, subraya la nota de prensa de la Generalitat.
Cacsa admite “un avance significativo” en la última propuesta, pero ésta incumple uno de los cinco requisitos exigidos por el consejo de administración de este empresa pública: “Asumir contractualmente su responsabilidad solidaria frente a cualquier tipo de defecto en el proyecto y ejecución del revestimiento de la cubierta aportando las garantías suficientes mediante un aval o seguro de cobertura de riesgo a 10 años”.
Sí se satisfacen el resto de requisitos, como la ejecución de un recubrimiento liso, de superficie uniforme y sin ondulaciones, ajustado a la curvatura de la cubierta; que el material debe ser de tipo cerámico blanco lo más similar al originario; o que el mantenimiento económico y técnicamente sea razonable, además de aportarse informes técnicos de expertos independientes que avalen la solución constructiva por más de 10 años.
La Generalitat, en cualquier caso, no se cierra las puertas a llegar a una solución negociada. “Cacsa espera que durante el procedimiento legal contra el despacho de Santiago Calatrava y la UTE Constructora se llegue a un acuerdo amistoso que satisfaga las condiciones del complejo arquitectónico”, señala la nota de prensa. Ahora bien, a continuación, sostiene que “estudia la convocatoria de un concurso público para la restauración de la cubierta, en caso de que no se llegue a un acuerdo”. Tanto la UTE como el despacho de Calatrava han evitado responder a los medios de comunicación sobre el trencadís.
Hasta este jueves, la Generalitat se ha resistido a emprender cualquier acción legal contra Calatrava, pese a los numerosos problemas detectados en sus obras. Se trata de una estrella de la arquitectura, y además valenciano, autor de la mayoría de edificios de la icónica Ciudad de las Artes y las Ciencias y de cuatro puentes en Valencia. Durante años, la Generalitat ha asociado su política de imagen a las realizaciones mediáticas del también ingeniero.
Pero la falta de una solución rápida y consistente tras el desprendimiento deltrencadís del Palau de les Arts ha desembocado en la demanda. Muy pronto, la ópera se erigió en un hito de la ciudad que protagoniza las portadas de las guías turísticas. Su actual aspecto despellejado de gris metálico oxidado, rompe con esa imagen y perjudica el turismo, según ha reconocido el propio consejero de Economía y Turismo, Máximo Buch, responsable político de Cacsa.
Además, el edificio de 44.000 metros cuadrados ya arrastraba otros graves problemas. Desde su apertura, hace tan sólo ocho años, ha sufrido el hundimiento de su plataforma escénica, la inundación de sus niveles inferiores (incluida una de sus cuatro salas de teatro) y, finalmente, mente el desprendimiento del trencadís.
Ahora, la Generalitat se suma a otras instituciones que han demandado a Calatrava, como recientemente ha hecho el Ayuntamiento de Venecia por el sobrecoste en la construcción de un puente en la ciudad. El arquitecto también ha mantenido litigios por su pasarela Zubizuri de Bilbao, o el palacio de congresos de Oviedo, entre otras ciudades en las que ha dejado alguna de sus siempre espectaculares y a menudo polémicas obras.
Fractura de tibia y peroné.
ResponderEliminarEl puente de Zubizuri es la gran aportación de Calatrava a la arquitectura de la ciudad de Bilbao. Un puente que atraviesa el Nervión y que ¡cosas de artistas!, tiene la pasarela cubierta de cristal. Se da la circunstancia que, cuando llueve, la pasarela se convierte en una trampa resbaladiza que ha generado fracturas a puñados. Construir una pasarela impracticable durante los días de lluvia puede tener sentido si el puente está en Bamako o en el desierto de Atacama, pero en Bilbao, donde llueve unos 200 días al año, o es una broma de mal gusto o es tenerlos de cemento armado. Lo peor no fue eso, el problema es que el puente no conectaba con ninguna parte y, para unirlo a un paseo, tuvieron que serrar una barandilla. Calatrava montó en cólera y demandó al ayuntamiento de Bilbao por “daños morales” al “mutilar su obra” y exigió una indemnización de tres millones de euros. Se iniciaba un calvario judicial que finalizó con una sentencia de la Audiencia Provincial de Vizcaya que daba la razón al arquitecto, pero que reducía la indemnización a 30.000 euros. Dicen que cuando el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, oía el nombre de Calatrava, se lo llevaban los demonios. Pero hay quien lo ha pasado mucho peor, por ejem. el contratista sueco Johnny Öubäck que acabó arruinado y en la cárcel.