La invención del pasado
Verdad y ficción en la historia de España
Miguel-Anxo Murado
Debate, 2013
5. Estructurando el discurso
La narrativa tipo
Cualquier persona familiarizada con la historia de España reconocerá el siguiente relato. Un país europeo que había sido visitado por pueblos comerciantes en la Antigüedad, logra crear un reino al comienzo de la Edad Media, pero repentinamente es víctima de una invasión a cargo de un pueblo de jinetes nómadas extranjeros que practican otra religión. Partiendo de una victoria milagrosa, comienza entonces un largo proceso de reconquista, que desemboca en el siglo XV en una cierta reunificación del territorio. Entonces asciende al poder un monarca que toma el título de emperador, bajo el que se exploran y colonizan tierras extrañas, casi todo un nuevo continente al que este país traslada su lengua y la religión cristiana. Mientras tanto, en Europa este imperio tiene que hacer frente a guerras continuas con el país vecino y con el Imperio otomano, al que lograra derrotar en una batalla decisiva en el siglo XVI. Pero el desgaste de los conflictos termina por hacer mella y arrastra a ese imperio al cansancio y el declive. La dinastía reinante es sustituida por otra que aporta modas ilustradas de Francia, aunque sin lograr frenar esa decadencia. A esto sigue una invasión a cargo de los ejércitos de Napoleón, a los que el pueblo opone una resistencia heroica en forma de guerra de guerrillas que le conduce finalmente a la victoria. Algunos líderes de esta guerra, liberales, esperan una apertura política en premio a estos sacrificios. Pasado el peligro, sin embargo, el monarca reinante impone de nuevo el absolutismo del antiguo régimen. Este se prolonga hasta casi mediados del siglo XX, cuando finalmente es sustituido por una dictadura tutelada por el ejército.
El lector habrá reconocido, quizá, la narrativa tradicional de la historia de España. Las colonizaciones griegas y fenicias de la Antigüedad, la invasión musulmana y la Reconquista, la casa de Habsburgo, Leoanto, los Borbones y los ilustrados, la decadencia y la invasión napoleónica, los pronunciamientos del siglo XIX... Parece la historia de España.
Pero no lo es.
Es la historia de Rusia. En realidad es el relato, la narrativa tradicional de la historia rusa tal y como se enseña en las escuelas desde hace un siglo. Los "pueblos comerciantes" son aquí los vikingos varegos y los bizantinos: el papel de pueblo nómada invasor de religión diferente lo interpretan aquí los mongoles. El monarca que logró la reunificación en el siglo XV no es ni zidabel I ni Fernando el Católico sino Iván III el Grande, cuyo hijo Ivan IV se proclamó emperador (zar) e inició la colonización de Siberia. [...]
Si con este relato no se siente la necesidad de leer el libro del que forma parte, no he conseguido lo que pretendía, por lo que mejor será que abandone el intento de conquistar el territorio deseado de quien esté leyendo esta nota.
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