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10 ago 2014

No es que no confíe en el amanecer, sino que no con

[...]
Planteada definitivamente mi convicción, estoy en la siguiente situación:
Sus palabras, sus afirmaciones y sus promesas vacías, sin confirmación con hechos, ahora no las voy a creer para nada por saber que no le importa mentir si le parece útil para la causa. Tampoco creo en lo que le parece justo y racional, porque usted y su Comité me dieron demasiadas pruebas de insensatez. Pero si niego su visión de la realidad y de las posibilidades, no rechazo su energía y su dedicación absoluta a la causa; pienso que que en este ámbito, pocos hombres hay en Rusia como usted. Era esto, lo repito una vez más, la principal, incluso la única razón de mi afecto por usted y de mi confianza. [...]

Contesté con esta cita en el año 1986 a quien me preguntó ¿porqué no España en la OTAN?

 Supuso un silencio que hoy no se ha apagado.

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