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13 oct 2015

De los vándalos en el centro de Asturias



3. De los pueblos bárbaros a la creación del Reino de Asturias.

Tras las invasiones bárbaras Asturias formó parte de los reinos suevo y visigodo. Con la llegada de los árabes, el gran acontecimiento fue la creación del Reino de Asturias, como núcleo opositor al nuevo poder musulman en Hispania.

3.1. Suevos, vándalos y visigodos.

Las luchas internas por el poder fueron la nota dominante durante la crisis del Imperio Romano. Es posible que, aprovechando alguna de esas luchas entre pretendientes, los primeros pueblos bárbaros de origen germánico llegaran hasta Asturias, durante el primer tercio del siglo V: los suevos ocuparon el área occidental de Asturias y los vándalos se instalaron en el centro, fijando su dominio desde Lucus Asturum. Pero los vándalos fueron derrotados y expulsados por otro pueblo germánico más importante, los visigodos,que se hicieron con el control de las zonas central y oriental.

Los suevos, por su parte establecieron un reino que incluía también Galicia y el norte de Portugal, además del occidente asturiano. El Parroquial suevo, documento del año 569, cita a los pésicos y a los britones, pueblos astures que habitaban entre la Cordillera Cantábrica y el mar.

A finales del siglo VI desapareció el reino suevo, y todo el antiguo territorio de las tribus astures pasó a depender de la monarquía visigótica con capital en Toledo. En la segunda mitad del siglo VII se creó la Asturiensis, una de las ocho provincias en que se dividió el reinobvisigodo con el fin de recortarel poder de los grupos de notables de los principales núcleos de población.

Durante este periodo continuó la lenta introducción del cristianismo. El mayor impulso procedió del sur, ya que, desde el Bierzo, oos monjesque siguieron a San Fructuoso fundaron un monasterio. Un testimonio de esta penetración del cristianismo en Asturias es la pizarra de Carrio (Villalón), una piedra grabada que contiene fórmulas y conjuros que muestran el mestizaje entre el cristianismo oficial, sus herejías y los cultos tradicionales anteriores.

3.2. Don Pelayo y los orígenes del Reino de Asturias.

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