El Ayuntamiento de Madrid dejará de estar auditado por Standard & Poor's y Fitch. En diciembre cumple el contrato con estas agencias de calificación y el Consistorio no va a renovarlos. "Son muchos los ayuntamientos que no mantienen ningún tipo de relación contractual con agencias de calificación", explicaron en un comunicado desde el área de Hacienda, dirigida por el concejal Carlos Sánchez Mato. La decisión llega tras sendas reuniones telefónicas con ambas agencias salpicadas de momentos tensos. La Concejalía de Economía tomó esta decisión porque, en base a sus declaraciones, el actual equipo municipal no tiene pensado endeudarse más.
"El Gobierno municipal mantiene su firme voluntad de potenciar el ahorro en partidas que no benefician directamente a la ciudadanía y concentrar todos los esfuerzos en el gasto social y la inversión en equipamientos para los distritos", detallaron desde el Ayuntamiento. Madrid, que comenzó a ser calificada en 2002, pagó este año por sus servicios algo más de 107.500 euros. En total, las arcas públicas se han gastado "más de un millón de euros" en estas agencias y ese gasto es la principal razón aducida para rescindir el contrato con ellas. Las agencias de rating califican a los países de manera automática, aunque no tengan con ellos una relación comercial. No así a los Ayuntamientos o regiones, que tienen que realizar un contrato, al igual que las empresas privadas o los bancos. Las entidades públicas y las firmas privadas que emiten deuda suelen contratar a estas agencias de calificación porque los inversores con frecuencia exigen conocer la nota que les dan esas firmas para comprar su deuda.
En la última valoración, realizada en septiembre, S&P calificó la deuda de la capital como BBB/A-2; rebajándola de “muy fuerte” a “fuerte”. Además, añadió un matiz sobre las previsiones económicas de la ciudad que pasaron de estable a negativa. Mientras en enero, la agencia hablaba de "una sólida gestión financiera de la ciudad", el mes pasado amenazaba con acreditar la deuda de Madrid como bono basura debido a los "inciertos efectos" que podría tener la auditoría a las cuentas públicas que Carmena quería realizar.
La ruptura del contrato, efectiva a partir de enero de 2016, ocurre después de varias reuniones telefónicas con las consultoras. La Cadena SER ha publicado estos audios y en ellos se pueden percibir varios momentos de tensión. El primero de ellos cuando las agencias preguntan sobre un posible incumplimiento de pago con el consiguiente estupor de los responsables de Hacienda. Desde la consultora le preguntan si van a dejar de pagar la deuda y desde el Consistorio contestan: "Hablar al Ayuntamiento y preguntarle si va a incumplir la Ley creo que es una pregunta capciosa. Nuestro objetivo no es incumplirla sino conocer lo que tenemos hasta ahora para ser lo más responsables posible con el dinero de los contribuyentes", según se puede oír en las conversaciones telefónicas publicadas por la SER.
También hay ciertos recelos cuando se cuestiona al Ayuntamiento sobre las auditorías que se están realizando tanto a las cuentas de la Corporación como a Madrid Destino. "Esperamos que no afecten a las obligaciones de pago", dicen desde la agencia de rating. "Nosotros también; esperamos que no nos hayan dejado ningún pufo", contestan, con cierta sorna, los responsables de Hacienda.
En las conversaciones con la agencia Fitch, el agente pregunta, "por curiosidad", sobre la retirada de la subvención a la escuela taurina Marcial Lalanda. "No creo que esto vaya a afectar a la calificación de la deuda, ¿no?", repreguntan desde el Ayuntamiento. Desde Fitch, informa Iñigo de Barrón, dicen que "como parte del análisis de crédito, los analistas de Fitch preguntan rutinariamente una variedad de preguntas a un emisor que se refieren a su capacidad para administrar su perfil de la deuda, incluidos los planes para reducir aún más el gasto. Fitch trata a estas discusiones con un emisor como confidencial”.
Tras la publicación de las conversaciones, se conoció la decisión del equipo municipal de dejar de contar con los servicios de ambas agencias. "Es una decisión que me parece muy bien", dijo Manuela Carmena, ,según informa María Sosa. "Nosotros estamos pagando deuda por eso esta partida nos ha parecido un gasto del que se podía prescindir. Cuando no se compra deuda y se cumple con los compromisos existentes, es muy difícil que esta decisión tenga consecuencias negativas", añadió la alcaldesa. De ahí la razón de valorar la utilidad de este gasto para los ciudadanos.
Por su parte, el portavoz municipal Luis Cueto también cuestionó el trabajo de las agencias de rating: "Da mucho que pensar que las agencias de calificación dijeran días antes del catacrack de Lehman Brothers que tenía una solvencia maravillosa. Y no solo a nosotros, sino a medio mundo", añadió. Por su parte, la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, al igual que Esperanza Aguirre, alertó de una posible "espantada de inversores" como consecuencia de la decisión del Consistorio.
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