La voz del tambor. Para tí, Antonio

La voz del tambor

ABC, Josep Vicent, 01-10-15

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El respeto a la diversidad es el único camino hacia la convivencia. Nadie dijo que el camino es fácil, avanzar requiere esfuerzo, y abrir nuestras puertas y ventanas manteniendo viva la confianza también. Pero al fin y al cabo es el único camino que conoce el mundo desde el origen de nuestro tiempo, la increíble aventura de convivir. Yo confío, ¿y tú?

Nota.- La diversidad es el resultado, o función del trabajo migratorio, inmigratorio.

La inmigración habida en Asturias en los años cincuenta del siglo XIX,han tenido como resultado una extraordinaria diversidad de la población diezmada en su subpoblación productiva, o madura desde 1934.

Inmigración que diezmó las poblaciones de su origen, por un no imaginativo Estado -Régimen, correctamente hablando-.

La imaginación del Régimen era la de "diluir" la "levantisca muestra del Pueblo de Asturias, o Trabajo". Tras noviembre de 1975, el diluido pueblo de Asturias no tuvo imsginación para documentar la emigración de los inmigrantes al teansformsrse en subpoblación senil, o jubilada. De igual modo procedieron los pueblos de su origen.

Las consecuencias de esta decapitación de la población senil ha hecho que se reduzca la subpoblación joven, con lo que hasta el 2050 la población asturiana se hsrá longilínea, o sin la rugosidad propia de la vida. Y, cuando se pierde elasticidad, o tersura es cuando nos provoca repugnancia como manifestación de el artificioso rostro propio de la cirugía estética.

El comportamiento de temor a no verse reconocido por su pueblo portugués del que emigró y al que ahora regresa, a la vez por el temor a que el pueblo de Asturias no le reconozca como revulsivo durante su vida productiva, es un rictus de rabia contra el que se rebela. No Antonio, nosotros, el Pueblo de Asturias te reconoce como asturiano. Te reconoce por serlo y no por caridad alguna. Seguirás viviendo como asturiano de origen en Portugal y con la memoria integra de ambos pueblos. La falta de imsginación del Estado de Asturias no tiene nada que ver con la abundante inaginación del Pueblo de Asturias y del Pueblo de Portugal.

Por cierto, ayer me dieron para tí, uba familia de Bragança, un vino de tus tierras en agradecimiento al esfuerzo que has hechonpor ellos emigranfo a España y regresando a Portugal.