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2 nov 2015

El Estado destruye la Nación, la Familia. Razón y no creencia. A Españay Cataluña hoy.

El Impuesto sobre Sucesiones, o herencias, es una estafa del Estado.

Cuando tú padre paga por el rendimiento de su trabajo (Impuesto sobre el Rendimiento de su trabajo), el resto de su rendimiento lo utiliza para hacer posible la vida de su gen, familia, o clan individual. El impuesto abonado al Estado lo utiliza este para hacer posible la vida del gen, clan, familia, pueblo o, por su origen, nación.

Por el mismo concepto se hace impuesto, por lo que tiene como consecuencia la destrucción de la NACIÓN, CASA,  o FAMILIA.

Si lo que se pretende es construir Sociedad y abandonar Población. Si lo que se pretende es construir Familia, Casa, o Solar y abandonar la individualidad. Si lo que pretendemos es construir 
Política y abandonar Idiota. Si lo que pretendemos es construir Democracia, Participación, o Interacción y abandonar Autocracia, No Participación, o relaciones opuestas y no inversas.

Si lo que pretendemos es Amor, o Gravedad y abandonar Odio, o Centrifuguismo.

Entonces, anulemos los Impuestos sobre Sucesiones. Abandonemos los Impuestos sobre la Memoria.

Mi Solar, Casa, o Linaje cultiva la Memoria sin Impuesto alguno. Es un Cultivo del ProComún con beneficio marginal cero que nos hace Solar e Historia, Corpúsculo y Onda, Materia y Energía. Nuestra Materia y Energía No Útil es Abono y No Imposición, es Aportación y no Substracción. Nuestra Materia y Energía genera hijos, hijos de nuestros hijos e hijos de los hijos de nuestros hijos: Nación. Es Mitra nuestra Madre que en las grietas de sus manos cuida pasar el frío invierno, la  vida de nuestra muerte.

El 25 de diciembre haremos festejo de la memoria de nuestra Madre y, con las palmas unidas haremos presente al Azul de nuestra Memoria como Nación, a la que otros llaman Asturias y nosotros Lughonia y Puhria, Padre y Madre.

Puede que sirva para reflexión del concepto nación, ante el cual tantos manifiestan su descarrío, o perplejidad.




Galicia rebaja el impuesto de sucesiones a quienes heredan menos de 400.000 euros.
En Asturias grava toda herencia igual o superior a 150.000 euros.

En el gravamen de transmisiones patrimoniales (quedan exentas las compra/ventas de solarfincas rústicas y ampliaciones de explotaciones agrarias) y en el impuesto de sucesiones. En este último caso, Galicia modifica  las condiciones tributo para ampliar el número de herederos exentos. En la actualidad, la Xunta aplica una bonificación  que libera de pagar a los cónyuges, hijos o padres cuando la base imponible que corresponde al heredero es inferior o igual a 125.000 euros. Asturias tiene una bonificación  de la misma naturaleza y que llega a los 150.000 euros, la presión fiscal y que llega a los 150.000 euros, aunque condicionada a que el patrimonio pre-existente del heredero no supere cierto límite. Para las bases que excedan los 150.000 euros, la presión fiscal es más alta en Asturias que en Galicia, donde se aplica una tarifa con un tipo marginal del 18%. En el principado, el tipo para el tramo más alto de la base imponible (a partir de los 800.000 euros) es del 36,5%. Un ejemplo de las diferencias: un hijo que hereda por valor de 800.000 euros tributa 162.619 euros en Asturias y  55.180 euros en Galicia.



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