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11 nov 2015

Sobre la inmigración y la "civilización" europea. Civilizaciónpalafítica sobre charca de mosquitos.

Europa desde la era pre-romana está habitada por inmigrantes humanos -junto con materia y energía- procedente del centro/este de África y adaptada -genéticamente- a ella con el carácter idiota y no político.

Biológicamente estamos en un Subciclo evolutivo Latente, o de desaparición, apreciable como envejecimiento y regresiva regeneración. 

Europa llegará al Punto Crítico Estable con el que iniciará un nuevo Subciclo Aparente, o de  Aparición, a través de la inmigración, que pueda ser la actual. O, si se hace una administración pública que fomente los nacimientos y alargue la vida útil social de los adultos. Ha de acortarse la edad de madurez, o de participación social mediante el trabajo (acortar los ciclos educativos, aumentando su eficacia) y alargarse la edad de participación social mediante el trabajo (acortar el ciclo de jubilación). Para ello, la eficiencia de los tres subciclo, o poblaciones, ha de aumentarse.

El principio de "guardar, o preservar "nuestra civilización europea", es absurdo racionalmente y científicamente conocido imposible.



El derecho a vivir en su país
Antonio Garrigues Walker
ABC, 11-11-15



Podemos aceptar el argumento de que tiene que existir algún límite al número de emigrantes que Europa puede asumir sin daños graves a la estabilidad social. Pero de las cifras que estamos hablando  en estos momentos son perfectamente asumibles si se establece una mínima estrategia común  tanto de acogida como de integración. Lo que tenemos que aceptar es que Europa -lo queramos o no, nos guste más o menos- va a ser una zona geográfica de emigración intensa.  En otros temas quizás se pueda seguir esperando , en este no. Si pretendemos defender nuestra civilización y nuestros valores morales, Europa debe tener una sola voz, una sola política y unas reglas comunes. En otro caso avanzaremos con decisión  hacia un caos perfecto, incluyendo fenómenos de radicalización política y social extremadamente peligrosos. Es un riesgo que se está haciendo visible cada día que pasa.

Las imágenes que vemos todos los días e este éxodo no pueden convertirse en una rutina que nos acabe aislando y anestesiando frente a una realidad tan dramática. Estas gen entes maravillosas no pueden caminar solas. Tenemos que estar a su lado. Son lo que en su día fuimos nosotros. Somos, de hecho, nosotros mismos.

Antonio Garrigues Walker es jurista

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