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21 nov 2015

¡No dejaré que se me arrebata el cendal que asío con fuerza sin igualcon mis dientes.


Tengo en mi sala de reunión con las personas  esta magnífica obra de Ingres en la que el motivo es el torso de una persona hermosa en la que se manifiesta el terrorismo, o ictus, de una apoplejía asfíctica, o de causa de una intensa respuesta emocional, en los ganglios basales derechos de su encéfalo.

Ha sido titulada la pequeña bailarina del harén que el artista trata de contraponer haciendo el movimiento de torsión del eje que la protagonista no puede hacer tras haber sacrificado su columna vertebral en aras de mantener la coherencia de su Unidad. 

Yo la tenía antes de habérseme roto la columna como llamada al valle en busca de ayuda que nunca llegó, ni tampoco después, cuando los lobos tratan de abatir mi rebeldía a integrarme en el medio informe del que mi madre me socorrió cuando llamé a su puerta con voz fuerte y decidida. ¡Cómo voy a  responder a mi madre dejando que se me robe su pendón real de Puhria.

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