Como lectura para la libertad de pensar en la España de hoy.
Autor: Ansón Oliart, Luis María.
Entre las cañas y las lanzas:. Sánchez-Albornoz y Américo Castro
ABC. Páginas: 1. Párrafos: 5.
Entre las cañas y las lanzas:
Sánchez -Albornoz y Américo Castro
"Con España en su historia, Américo Castro logró un impacto fulminante en la intelectualidad. española. El libro desarrolla una original filosofía de la Historia de España. Es, sin duda, una obra importante. Está escrita con una prosa brillante y precisa, llena dé metáforas deslumbradoras y de intuiciones centelleantes.
La ágil dialéctica de Castro produce asombro. El gran escritor estira sus largos dedos de enamorado para rozar la médula del problema español y parece como si quisiera meter en una sola imagen toda la Historia de España. Pero hay una espina oculta entre tantas flores. Por ella sangrará la teoría de Castro.
El autor . de "España en su historia" parte de la base de que. cuantos sucesos ocurrieron en la Península antes del 711 caen fuera de la historia española. Este es el nudo gordiano de la cuestión. De aquí deducirá Américo Castro la arabización del "homo hispanus" y la decisiva influencia judaica en el desarrollo histórico español. Contra estas tesis" se desgranó un rosario de críticas. Menéndez Pidal discutió la obra de Castro, y, con más o menos intensidad, la rechazaron los hebraístas Millas y´ Villaviciosa, los arabistas Leví-Provengal v García Gómez, romanistas como Spitzer, hispanistas como Bataillon, historiadores y estudiosos como Ziegler, Malkiel. Konetzke. García Borrón y Pérez de Urbel.
Pero quien puso definitivamente el dedo en la llaga fue Claudio Sánchez-Albornoz. En un libro monumental y admirable, "España, un enigma histórico", Albornoz desbarata las teorías de Castro, demostrando con una argumentación exhaustiva que no se arabizó la contextura vital de España y que la influencia judaica fue muy pequeña y tiene ´unos límites concretos que la- reducen a la mínima expresión. Para Albornoz, el "homo hispanus" se forjó en la España primitiva y por ,eso este período de nuestra Historia resulta irrenunciable, Viriato y Numancia son Historia de España como el Empecinado y Zaragoza. Al renunciar a los sucesos anteriores al 711, Castro hacía una historia española falsa, gris, muy agria y triste. Sánchéz-Albornoz la devuelve, con gozo, a la época primitiva para analizar luego las causas que hicieron de España la más fantástica encrucijada de culturas de la historia universal. "España, un enigma histórico" pone fin a las teorías de Castro. El lector las ve desmoronarse ante sus ojos como castillos de arena soplados por el viento.
Poco o nada queda de ellas. Humo sólo esparcido por la distancia. Los argumentos de Sánchéz-Albornoz son duros y fríos. Como de escarcha. Pero el fuego va dentro. El autor de "España, un enigma histórico" no escribe con la brillantez de Castro. Esculpe las palabras como estatuas de granito, definitivas y ariscas. A veces sus frases, de tan transparentes, parecen de cristal. Y vibran siempre con amor contenido al hablar de España"
Sánchez -Albornoz y Américo Castro
"Con España en su historia, Américo Castro logró un impacto fulminante en la intelectualidad. española. El libro desarrolla una original filosofía de la Historia de España. Es, sin duda, una obra importante. Está escrita con una prosa brillante y precisa, llena dé metáforas deslumbradoras y de intuiciones centelleantes.
La ágil dialéctica de Castro produce asombro. El gran escritor estira sus largos dedos de enamorado para rozar la médula del problema español y parece como si quisiera meter en una sola imagen toda la Historia de España. Pero hay una espina oculta entre tantas flores. Por ella sangrará la teoría de Castro.
El autor . de "España en su historia" parte de la base de que. cuantos sucesos ocurrieron en la Península antes del 711 caen fuera de la historia española. Este es el nudo gordiano de la cuestión. De aquí deducirá Américo Castro la arabización del "homo hispanus" y la decisiva influencia judaica en el desarrollo histórico español. Contra estas tesis" se desgranó un rosario de críticas. Menéndez Pidal discutió la obra de Castro, y, con más o menos intensidad, la rechazaron los hebraístas Millas y´ Villaviciosa, los arabistas Leví-Provengal v García Gómez, romanistas como Spitzer, hispanistas como Bataillon, historiadores y estudiosos como Ziegler, Malkiel. Konetzke. García Borrón y Pérez de Urbel.
Pero quien puso definitivamente el dedo en la llaga fue Claudio Sánchez-Albornoz. En un libro monumental y admirable, "España, un enigma histórico", Albornoz desbarata las teorías de Castro, demostrando con una argumentación exhaustiva que no se arabizó la contextura vital de España y que la influencia judaica fue muy pequeña y tiene ´unos límites concretos que la- reducen a la mínima expresión. Para Albornoz, el "homo hispanus" se forjó en la España primitiva y por ,eso este período de nuestra Historia resulta irrenunciable, Viriato y Numancia son Historia de España como el Empecinado y Zaragoza. Al renunciar a los sucesos anteriores al 711, Castro hacía una historia española falsa, gris, muy agria y triste. Sánchéz-Albornoz la devuelve, con gozo, a la época primitiva para analizar luego las causas que hicieron de España la más fantástica encrucijada de culturas de la historia universal. "España, un enigma histórico" pone fin a las teorías de Castro. El lector las ve desmoronarse ante sus ojos como castillos de arena soplados por el viento.
Poco o nada queda de ellas. Humo sólo esparcido por la distancia. Los argumentos de Sánchéz-Albornoz son duros y fríos. Como de escarcha. Pero el fuego va dentro. El autor de "España, un enigma histórico" no escribe con la brillantez de Castro. Esculpe las palabras como estatuas de granito, definitivas y ariscas. A veces sus frases, de tan transparentes, parecen de cristal. Y vibran siempre con amor contenido al hablar de España"
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