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3 ago 2014

Las arquetas de Astorga y de Oviedo







ARTE ASTURIANO
José Manuel Pita Andrade

Las arquetas de Astorga y Oviedo
En las arquetas para reliquias conservadas en la catedral de Astorga y en la Cámara Santa de Oviedo tenemos día admirables muestras de lo que pudo ser un capítulo importante de las artes menores asturianas. El cofre de Astorga, dedicado por Alfonso el Magno, pudo ser hecho según Schlunk en el taller real de Gozón. Es de plata dorada y en su decoración destacan ángeles y motivos vegetales repujados. La mayor parte aparecen encerrados en arquerías con alvéolos que se extienden también a las enjutas.

La arqueta de Ovuedo fue donada por Fruela, hijo de Alfonso III, en 910. Conviene diferenciar tres partes en ella.: la parte superior de la tapa, las caras restantes y el fondo. Su armadura de madera de peral enlaza piezas de épocas distantes. La más antigua es la placa superior, con esmaltes de tipo "champlavé", figurando animales estilizados y que quedan enmarcados con estrechas fajas con almandinas incrustadas. Además en los ángulos y en los cruces de estas fajas aparecen piedras de tamaños y formas irregulares. Schlunk estableció la semejanza entre esta placa, (que sólo tiene 15 centímetros de largo por casi 10 centímetros de ancho), con la cubierta del manuscrito de Lindau, fechándola por eso en la primera mitad del siglo IX. Las caras restantes de la tapa (que tiene forma de pirámide truncada) y los frentes están cubiertos ágatas engastadas en linda de oro repujadas con motivos vegetales y enriquecidas con piedras preciosas. El fondo, con la inscripción donde consta la fecha y la dedicación por Fruela II y su esposa Nunilo, va también repujado con una cruz semejante por su forma a las de la época de Alfonso III; entre sus brazos se ven los símbolos de los cuatro evangelistas emergiemdo de discos decorados con trisqueles. La conexión entre estos motivos y los que se ven en algunas miniaturas mozárabes resulta evidente y permite imaginar la importancia que tuvo que tener en Asturias la ilustración de los códices aunque nada haya llegado hasta nosotros.

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