ARTE ASTURIANO
José Manuel Pita Andrade
Santo Adriano de Tuñón
El arte de la época de Alfonso III tiene un carácter más popular en la iglesita situada a veintitrés kilómetros de Oviedo, en el mismo camino que conduce a la colegiata de Teverga, a orillas del río Trubia. Fue fundada por el monarca y su esposa Jimena el 891, según consta en el Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo. Se sabe además que la iglesia fue de nuevo consagrada en 1108 y ello obliga a pensar que debió sufrir una restauración con este motivo. Actualmente el edificio muestra una gran ampliación hacia el lado de los pies. Pero lo que corresponde a la época de Alfonso III ha de circunscribirse a los tres tramos del brazo mayor con la cabecera tripartita.
Sólo las capillas se encuentran abovedadas; el resto aparece techado con una simple armadura de madera. Al exterior el testero no carece de cierto carácter: tiene dos contrafuertes y la pequeña habitación sobre la capilla mayor con una ventana de huecos y geminados de ladrillo.
Tal vez lo más importante de Tuñón radicaba en las pinturas. Los restos que pudieron reconocerse son, sobre todo, de tipo ornamental; descuellan almenillas cordobesas y una representación del sol. Con ello queda confirmada la influencia mozárabe, como en San Salvador de Vsldediós. Un problema se presenta al datar estas pinturas. ¿Corresponden a la primera época de consagración del monumento?. ¿Podrían pertenecer a los primeros años del siglo XI en que fue restaurado? Esto mismo podría plantearse al tratar de los otros templos aquí analizados.
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