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1 ago 2014

Santo Adriano de Tuñon

ARTE ASTURIANO
José Manuel Pita Andrade

Santo Adriano de Tuñón

El arte de la época de Alfonso III tiene un carácter más popular en la iglesita situada a veintitrés kilómetros de Oviedo, en el mismo camino que conduce a la colegiata de Teverga, a orillas del río Trubia. Fue fundada por el monarca y su esposa Jimena el 891, según consta en el Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo. Se sabe además que la iglesia fue de nuevo consagrada en 1108 y ello obliga a pensar que debió sufrir una restauración con este motivo. Actualmente el edificio muestra una gran ampliación hacia el lado de los pies. Pero lo que corresponde a la época de Alfonso III ha de circunscribirse a los tres tramos del brazo mayor con la cabecera tripartita.

Sólo las capillas se encuentran abovedadas; el resto aparece techado con una simple armadura de madera. Al exterior el testero no carece de cierto carácter: tiene dos contrafuertes y la pequeña habitación sobre la capilla mayor con una ventana de huecos y geminados de ladrillo.

Tal vez lo más importante de Tuñón radicaba en las pinturas. Los restos que pudieron reconocerse son, sobre todo, de tipo ornamental; descuellan almenillas cordobesas y una representación del sol. Con ello queda confirmada la influencia mozárabe, como en San Salvador de Vsldediós. Un problema se presenta al datar estas pinturas. ¿Corresponden a la primera época de consagración del monumento?. ¿Podrían pertenecer a los primeros años del siglo XI en que fue restaurado? Esto mismo podría plantearse al tratar de los otros templos aquí analizados.

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