Marina, mi madre, murió tras ser operada de un meningioma del tercio externo del ala menor del esfenoides. Anunciación, la madre de mi esposa Francisca, cinco años atrás murió por igual motivo. Una en el Hospital Carlos Haya de Málaga, y la otra en la Residencia Sanitaria Virgen de Covadonga de Oviedo. En ambos casos, la muerte se produjo por dos hechos: no haber sido preparada para ser operadas y por no controlar el edema cerebral postoperatorio. Las dos hicieron parada ventilatoria ante mi presencia y la del médico que las había operado. Los dos solicitaron a la enfermera presente que llamarán al anestesista de guardia para que las intubaran. A las dos las intubé yo tras imponerme a los médicos cirujanos que las había operado que no sabían hacerlo.
Hoy, los médicos no saben intubar (colocar un tubo en la tráquea desde la boca, o nariz) para procurar una recuperación Ventilatoria del paciente necesitado. La mayoría muy cualificada de médicos, no sólo de los que comienzan su actividad sino de los que la están finalizando.
Si se habla de una recuperación Cardiocirculatoria, por vía mecánica, eléctrica o farmacológica, el número de médicos capaces, es insignificante.
Anoto estos hechos ante las noticias de instalación de útiles para la recuperación Cardiocirculatoria por vía eléctrica (desfibrilador es) en lugares de agrupaciones de individuos humanos.
En un Centro Sanitario, ambulatorio y hospitalario, las preguntas son dos:
¿Cuantos médicos están capacitados para hacer una recuperación cardioventilatoria?
¿Cuál es el tiempo medio, y su variabilidad, en iniciar una recuperación cardioventilatoria?
Y, por último, estas preguntas hacerlas en cada una de las áreas de asistencia.
El otro día, por televisión contemplé como se jugaba con niños a que estos supieran hacer una recuperación cardiovascular mecánica. Lamentable, pero cierto.
El otro día visité por n-ésima vez el edificio donde se pretende prestar asistencia hospitalaria. Mi cálculo, de tiempo medio de presencia de un médico ante un paciente para recuperación Cardio-Ventilatoria, si es que todo médico está capacitado, estará en torno a los treinta minutos. Estimación hecha situándome en las ocho esquinas del edificio. Tiempo que no hace posible la recuperación del paciente. Lo hice sin obstáculos de individuos y disponiendo de ascensores para mi solo.
Bueno, si instruimos a toda la población que entre en el edificio, es probable que podremos hacer una recuperación Cardio-Ventilatoria eficaz.
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