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19 jun 2014

El Rey no es igual que los españoles

Todos los españoles somos iguales ante la ley.

Este principio, enunciado tantas veces estos días como fundamental en la Constitución de 1978, lo aplicamos siempre que se nos eleve de casta social, entendiendo que el Linaje del Rey es la casta más elevada, cercana a Dios, o elegida por Dios.

Es esta aplicación  del principio de "igualdad" la que no está de acuerdo con el principio de racionalidad constitucional.

Nadie se alarma, o clama justicia porque se le imponga al linaje su condición de tal. ¿Optó en libertad Juan Carlos, Felipe y, a tiempo se está con Leonor, si consiente pertenecer a su linaje y, si acepta, también lo hace, en favor de sus derechos de sucesión?

Parece que las protestas sobre sí tiene que ser Rey o no son por considerarlas un privilegio, o ventaja competitiva con el resto de los españoles. Es decir, parece ser que el resto de los españoles desean ser reyes y, el Estado no les proporciona el principio de "igualdad de oportunidades"

En todas estas manifestaciones subyace la propiedad primera del Individuo Humano de competir por la "propiedad de la tierra" y no la propiedad primera de la Persona por procurar competir en obtener lo común, con la bondad máxima.

La Persona tiene como propiedad primera la Política, el Individuo tiene como propiedad primera la Idiocracia.

Cuando un padre sacrifica a su hijo sometiéndole la educación y participación en el fútbol, está procediendo a imponerle las propiedades de una casta, le está negando desarrollarse como político y le está obligando a desarrollarse como idiota.

Si fuera político le procuraría "meter" en política. Si su padre fuera abogado le procuraría "meter" en abogacía. Si fuera catedrático le procuraría "meter" en cátedra. Si es rey le procuraría "meter" en rey.

Hay un estudio sobre la llamada "endogamia" en la Universidad.

En Asturias, por ejemplo, tenemos una endogamia médica de "escuela" que motiva la imposibilidad de aplicar el "consentimiento informado"

Se dice "corporativismo"

Imponer criterios racionales, que son los únicos que conllevan error, supone la "exclusión del cuerpo"

Con la creación de universidades en todas las Comunidades se ha provocado el caos, u homogeneización que impide el tener opinión y, con ello, no poder conseguir información pertinente por parte del paciente y, por tanto, de priva a este de consentir una actuación médica "informada"

Mi padre renunció a su familia y yo a la mía. El vivió con su habilidad, saber y conocer. De él me serví yo.

He vivido como he querido sin robar a nadie, sin desear a nadie.

No he preguntado a mis hijas por sus estudios ni por su quehacer. Tampoco he sentido como necesario hacerlo.

Mis padres tardaron en saber que había estudiado. Y, cuando se enteraron, ha sido casual.

El principio de "vengo de" y "no soy nombrado por" me ha conducido a este momento de mi vida angosto rico para mi e histórico para otros que me han robado sin saber que no es robable nada de mi. Mis manos están deformadas por mi habilidad, mi cabeza ocupada por mi saber y mi ser, ocupada por mi conocer.

Todo ello por la gracia de unos padres que me vistieron y dieron de comer sin conducir mi vida por caminos trazados por ellos, bajo el principio de "hijo, a espada corta, un paso más"

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