La molesta incontinencia verbal.

La molesta incontinencia verbal.
ABC, 26-08-15, LUIS Del Val

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El grave problema de la incontinencia verbal es que no cae ni en el ámbito de la Medicina, ni envel de la Guardia Civil. Y no se conocen paliativos. Así como en la incontinencia urinaria existen empresas y pañales que permiten llevar una vida convencional, el incontinente de otatoria, amén de no edtar diagnosticado por ningún estamento, lleva implícito el terrible inconveniente de que lo que los demás observamos como una enfermedad molesta y peligrosa, el enfermo, en cambio, está convencido de que se trata de una virtud que adorna a las otras muchas que posee. Y este es uno decesos ámbitos donde no se percibe ninguna discriminación de géneto, y las inconyinentes son tan pelmazas, csrgantes e inoportunas como los incontinentes machos.
En verano, con las ventanas abiertas, las terrazas en plena actividad, y ls vida al aire libre tanto en los espacios urbanos como en los marinos, no es difícil que llegue el monocorde y contínuo sonido eel incontinente. Y es, entonces, cuando te gustaría podeer la autotidad intelectual de Valle Inclán para acercarnod a la hamaca de al lado o a la mesa de la terraza al aire libre para aguardar a que el/la incontinente tome un sorbo de una bebida y, en ese momento, poder ingormar a sus suftidos acompalantes: "Ahora que el incontinente se ha callado para diempre... continúen ustedes"