El riesgo de una "Tercera Guerra Mundial" viene dado por:
La privatización de la Asistencia Médica al enfermo y al accidentado.
La retirada de la Asistencia A la Salud
La comercialización de la Salud
La retirada de la Educación Sanitaria a la población humana y a la subpoblación sanitaria.
La retirada del diagnóstico médico, clínico, primario, o "diagnóstico" en favor del diagnóstico complementario: hoy, todo sanitario emite diagnósticos cuando son pareceres, o creencias.
Que se comercialicen productos como productos terapéuticos, tanto por titulados sanitarios como por quien no lo son.
Que se ofrezcan falsas titulaciones sanitarias, es habitual. Y, el Estado, así como las organizaciones sanitarias, miran para otro lado o, basados en su ignorancia, hablan de las mismas como creyentes.
El uso del su fijo "terapia", hace que el ignorante acuda al mentiroso que, habitualmente, es un creyente ignorante de lo que dice.
Los políticos que portan pulseras milagrosas o, médicos que invocan a dios alguno para que le ayude en su ignorancia.
La salud concentrada
En estos años la privatización de la sanidad pública ha sido una constante
EL PAÍS Madrid 13 SEP 2015 - 00:01 CEST
LUIS TINOCO
La demanda de servicios sanitarios, la preocupación genérica por la salud, es una constante de las sociedades avanzadas. En mayor media si concurren dos circunstancias que son también las dominantes en España: el creciente envejecimiento de la población y la inseguridad acerca del mantenimiento de las prestaciones que tradicionalmente había deparado la sanidad pública. Ambos factores, explican el crecimiento de los oferentes privados de este tipo de servicios.
La sensación de protección pública, la confianza, se ha debilitado de forma significativa, pero en la sanidad de forma muy evidente. La crisis, las respuestas que la austeridad presupuestaria impuso, han acentuado esa sensación de inseguridad. Los recortes han sido muy importantes entre 2009 y 2013 contribuyendo a esa percepción de deterioro en uno de los servicios con los que desde hace décadas contaban los españoles. No es de extrañar, por tanto, que a pesar de que la renta de la mayoría de las familias no ha crecido precisamente en estos años, la demanda de servicios sanitarios privados ha aumentado y los correspondientes seguros de salud. El número de asegurados privados supera ya los 7,2 millones, además de aquellos pertenecientes a mutualidades, como entre otras la de los funcionarios. En estos años la privatización de la sanidad pública ha sido una constante: se ha reducido la inversión pública en ese sector obligando al desplazamiento de la demanda hacia empresas privadas. En algunas administraciones, además, se ha fomentado la privatización de la gestión de los servicios hospitalarios, acentuando la percepción de retirada progresiva de la presencia pública en un servicio que todavía muchos españoles consideran esencial.
Esa mayor pujanza de la demanda no ha sido impedimento para que la competencia entre oferentes privados y compañías de seguros haya aument
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