Cuando los padres cen cruzar la puerta de entrada de la casa a sus hijos inmigrantes y emigrantes, a ella y desde ella. Y, posteriormente, leen como lo hacen los "políticos", probablemente se reconozcan. No todo se resuelve dando dinero a las escuelas que los mantienen alejados del lugar común, escuelas y hogares.
El motivo de la inmigración es la no existencia de hijoas que bautizar y muchos hijos que confirmar. Poblaciones sin niños y llenas de ancianos.
Las asociaciones de padres exigen el fin de los deberes en la escuela
La CEAPA afirma que generan desigualdad y perturban la relación entre padres e hijos.
ABC,Alejandro Carra, 24-09-15
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Ceapa), la mayor en España en el ámbito de la escuela pública, ha cargado en el inicio del curso escolar contra uno de los pilares del sistema educativo español, los deberes.
Los responsables de la asociación criticaron una herramienta educativa que "genera una desigualdad tremenda", aseguró a ABX su presidente, Jesús Salido, quien insistió en que "fuera del horario lectivo, el alumnado lo que tiene que hacer es organizar su tiempo libre, no alargar su jornada lectivs en casa con otras tres horas de tareas".
Desde Cepa denuncian que la realización de los deberes obliga a los padres a "vigilar" si sus hijos se saben la lección. "Y si no podemos, no sabemos o no tenemos tiempo, entonces nos vemos obligados a pagar a profesores particulares o academias para evitar que afecte a las notas", afirma Salido.
Según la Ceapa, los padres no solo se quejan de que los deberes condicionan la relación con sus hijos sino que se han detectado casos de alumnos a los que el estrés de las tareas extraescolares les afecta profundamente. "Hemos tenido chicos -concluye Salido- que presentaban síntomas de acoso escolar, con dificultad para dormir, falta de apetito y rechazo al centro. Y luego se vió que era ansiedad por no poder acabar los deberes".
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Al leer este comentario lo encuentro farragoso. Entiendo que se hace referencia a cuestiones muy diferentes.
Que la familia ha de formar parte de la educación, es una necesidad social. Cuando no forma parte se produce una agregación de individuos en un territorio geográfico pero no se produce familia. La familia, como la sociedad, tiene como propiedad identitaria la "relación" y no el "individuo".
El continuar en el lugar geográfico de cohabitación con los padres, la realización de lss tareas educativas propias del lugar geográfico de cohabitación con los educadores. Digo que esta continuidad manifiesta un "sistema de escolarización" -parte del educativo- no propio de tal.
Los padres no son educadores escolares sino sociales.
Como tales proporcionan una educación social diferente a sus hijos. En ningún caso, pués, proporcionan "desigualdad escolar".
La tarea básica de la educación, escolar y social, es la de la "orientación", en tiempo y espacio. Enseñarles a transformar el tiempo (t) en espacio (e); es decir, educarles en saber adecuar su "velocidad" (v) a sus posibilidades y a las del medio en el que habitan y, en particular, cohabitan -con los maestros y con los padres.
Comencemos por una pregunta:
¿cuantos maestros saben -no ya conocen- qué es una agenda. Y, la misma pregunta se la hago a los padres.
Cuando los escolares y los hijos alcanzan los catorce años han de dominar el habituar la tranasformación del tiempo (t) en velocidsd (v); es decir, han de saber adecuar su agenda a sus posibilidades y a la "exigencias" del medio en el que cohabitan con sus maestros y sus padres. Este es el momento de "evolución" de la familia a la sociedad. Es el momento en el cual el alumno, el hijo, toma decisión individual.
A los séis años, al alumno, al hijo, se le "bautiza"; es cuando comienza la marcha individual bípode con braceo. A los catorce años, el alumno, el hijo, se "confirma". En este tiempo, su campo visual hace posible la visión tridimensional; procurar informaciòn pertinente, tomar decisiones basadas en estudios prospectivos. Es decir, asociar los sentidos, todos dobles en el espacio y el tiempo, a las "armas", o manos, con las que transformar el medio en el que cohabitan, siempre hostil, en un medio amigable, o útil para sobrevivir con calidad y en cantidad deseables para sus fines.
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