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12 jul 2014

Historia de mis calamidades.

Abelardo se enamoró de la sobrina del canónigo Fulberto, Eloisa. Mujer culta y bella. Concibieron e hicieron nacer un hijo, al que dieron en llamar Astrolabio. Ante tal hecho, airose el tío de la mujer, por lo que, para evitar males irreparables, casáronse o, más bien, Abelardo desposó a Eloisa.

Abelardo, con cierta fama de erudito y gran dialéctico, era envidiado por muchos, a los que tenía por adversarios cegados por sus carencias. Al casarse con Eloisa temió por su éxito, por lo que hizo lo posible para no ser conocido su matrimonio y las circunstancias en las que tomó por esposa a su pretendida amada. Tomó como medida el esconder a su desposada e hijo en un convento cercano a París donde él impartía sus lecciones y de las cuales mantenía se él. El convento estaba en la localidad de Argentuil, elegido por su situación cercana a su Paris y por ser el lugar donde la desposada amada Eloisa había sido educada siendo niña.

Fulberto y el resto de la familia de Eloisa entendieron que tal apartamiento y reclusión tenía por propósito su abandono, por lo que, en desagravio decidieron acabar con su virilidad. Así hecho, Abelardo no consintió mostrarse tras tal ultraje, por lo que resolvió el encerramiento en la abadía de San Dionisio, también cercana a París. Ambos amados entregaron su vida a Dios, dejando sus razones en un epistolario desbordante de amor y resignación por la incomprensión y envidia de quienes cohabitaban con ellos carcomidos por la envidia que su amor les despertaba.

Con el tiempo y resignado a afrontar su desgracia, retomó sus enseñanzas con la elocuencia de su dialéctica en  un oratorio construido en la montaña de Santa Genoveva por sus entusiastas discípulos y, al que Abelardo dio en llamar "Paráclito" y dedicó al Espíritu Santo.

Su doctrina trinitaria no fue tolerada por Roma y, por ello obligósele a quemar él mismo su obra que por título llevaba y lleva "De unitate et trinitate divina", cuando corría el año 1121, en decisión del Concilio de Soisdons.

Su concepción trinitaria le llevó a considerarle hereje, siendo condenado en el Sínodo de Sens en 1140. Ante tal acusación, pretendió ir a Roma para defender su concepción trinitaria, pero el Sbad Pedro de Cluny le convenció para que no fuera y se reconciliase con el Papa, la Iglesia y con San Bernardo con el que tuvo enfrenta,lentos dialécticos en defensa de su concepción.

Abelardo de jose convencer por el Abad y quedose en la abadía de éste, donde consumió la llama de su vela con 63 años de edad, en el año 1142, siendo sus cenizas depositadas en su Paráclito.

Su amada y esposa Eloisa le acompañó en 1164.

Abelardo  escribió, tres obras sobre el problema trinitaria: Tractatus de unitate et trinitate divina, Introductio ad theologiam, Theologia christiana. Y, escribió una obra que versa sobre su vida y las desgracias que le acompañaron y que lleva por título " historia calamitatum". Sin dejar de citar el epistolario a Eloisa.

Es de interés la obra citada para conocer la concepción de la naturaleza humana y, para mi, como concibe el individuo poblacional y el "individuo social", a los que con frecuencia hago referencia en este diario. Leer esta obra que ha sido editada en 1996, tiempo en el cual yo accedí a ella.

Nota.- El fin por el cual ha sido editada merece una consideración a la que, con frecuencia, también hago referencia.

Historia calamitatum
Traducción de Vidal Peña y otros
1996
Clásicos el Basilisco
84-7848-492-2

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