El estilo ramirense: el maestro del Naranco

ARTE ASTURIANO

José Manuel Pita Andrade

1963

EL ESTLO RAMIRENSE: EL MAESTRO DEL NARANCO

El reinado de Ramiro I señala una nueva etapa de florecimiento del arte asturiano. Ahora un par de construcciones levantadas a media ladera del monte Naranco revelan el desarrollo de las estructuras arquitectónicas que encontramos en el periodo anterior; pero a la vez surgen trascendentales novedades que afectan tanto a la estructura como a la decoración de los edificios.

Con razón puede hablarse de un estilo ramirense, fruto no sólo de un momento de madurez, sino de la presencia de un artista extraordinario que dejó su huella en obras que no tienen par. Pero al reconocer la importancia que tiene la creación de un individuo se abren ante nosotros una serie de incógnitas: ¿Surge el estilo ramirense gracias tan sólo a los estímulos que pudieron caracterizar la etapa de Tioda? Puede contestarse con una negativa terminante. La recepción de motivos ornamentales y técnicas constructivas del periodo anterior va acompañada de la incorporación de otros elementos exóticos que debieron llegar de lejos; hay que acudir al arte del cercano oriente para encontrar un repertorio decorativo que explique el Naranco. Los tejidos, marfiles y obras de metalistería pudieron ser buenos vehículos de transmisión. Sólo así puede desecharse la presencia en Asturias de un maestro de algún distante país. Pero el resultado en cualquier caso será el mismo: el estilo ramirense anuda, en un momento trascendental de la historia del arte cristiano, dos mundos que lograrán su decisiva compenetración en la época románica.

Santa María de Naranco

San Miguel de Lillo

Santa Cristina de Lena