No se puede hablar de euforia, sino de mentira.
Se está hinchando tanto la MENTIRA FINANCIERA INTERNACIONAL que se está acercando al punto de fractura. El globo está en el límite de su elasticidad.
Quien hincha el globo de la mentira son los corruptos gobiernos que, por enésima vez, reiniciaran el hinchado, utilizando la mentira de que la culpa no ha sido debida a su condición putrefacta de homo reptante, sino que la causa está en el hombre no educado que es fácilmente engañado, el hombre no libre. Recuérdese que la libertad es consecuencia de la holgazanería, de la non exrudeza. El holgazán tiene como escudo imbécil su decir sentido "que gobiernen otros" y, soy idiota, "no me interesa la política.
La culpa es del que es gustoso debajo de la bota de su amo.
“Hay riesgo de euforia excesiva en los mercados financieros”
El País, Amanda Mars Madrid 14 Julio 2014
El último informe anual del Banco Internacional de Pagos (BIS, en sus siglas en inglés), una especie de coordinador de los bancos centrales, sobre la situación global es duro: llama al alto a estos organismos por los riesgos de burbuja que estaban acumulando con los estímulos y acusa a las entidades financieras de ocultar morosidad al sostener créditos insanos. Jaime Caruana (Valencia, 1952), director general del organismo y exgobernador del Banco de España (2000-2006) deja claro por teléfono que la aproximación es global y trata de evitar la alarma, pero sí alerta del peligro de generar nuevas inestabilidades financieras.
Pregunta. ¿Es ya el momento de que los bancos centrales se planteen una subida de tipos?
Respuesta. Los bancos centrales deben prestar más atención a los riesgos de normalizar la política monetaria demasiado tarde, o demasiado despacio, tras un largo periodo de intereses extraordinariamente bajos. El balance de riesgos y beneficios empeora con el tiempo. Cuando había riesgo de colapso de los mercados o estos percibían riesgos de ruptura del euro era el momento de utilizar todos los instrumentos, pero cuando de lo que se trata es de estimular la demanda y añadir algunas décimas de crecimiento, la efectividad de los tipos se va reduciendo y los riesgos se acumulan. Las crisis de balances llevan consigo problemas de excesiva deuda y mala asignación de recursos. Si no se aplican otras políticas que combatan estos obstáculos al crecimiento, el estímulo de los tipos bajos acaba en los mercados financieros, en lugar de en la economía productiva. El crecimiento no puede estar basado continuamente en estimular aumentos adicionales de la deuda, sino en más productividad. Los mercados deberían también analizar los riesgos de normalizar la política monetaria demasiado tarde.
P. ¿Estamos ya en ese punto en el que los estímulos buscan añadir décimas de crecimiento?
R. Sí, llevamos algún tiempo en él. El funcionamiento de los mercados se ha normalizado globalmente, los bajos tipos tratan de estimular un mayor crecimiento. Las políticas deben evolucionar hacia más reformas y reparación de balances y menos apoyarse casi únicamente en política monetaria, que proporciona tiempo pero no soluciones a los problemas de fondo. El análisis es global, en el caso de España, aunque sea necesario continuar con las reformas, los tipos no han sido tan bajos como en la eurozona y se han realizado reformas.
P. De ahí sí se deduce que es el momento de comenzar la retirada. ¿Se aplica a Europa?
R. El BIS no entra en cuándo debe hacerlo cada banco central, es obvio que unos van más avanzados, como el de EE UU, y otros lo tendrán que normalizar más tarde, como el BCE.
P. Tanto el FMI como el BCE admitían el riesgo de alguna microburbuja, pero que lo primordial es consolidar el crecimiento. ¿Comparte este análisis?
R. En los últimos meses la volatilidad en los mercados financieros está en niveles históricamente bajos y las valoraciones han subido rápidamente, en algunos mercados están en máximos. Este dinamismo generalizado es difícil de justificar solo por la mejoría económica. Ha habido una agresiva búsqueda de rentabilidad por parte de los operadores financieros y una cierta complacencia en el análisis de los riesgos. Da la sensación de que los mercados están descontando únicamente escenarios bastante positivos y quizá leyendo en las palabras de los bancos centrales más de lo que estos quieren decir. Eso nos preocupa. Hay más asunción de riesgo, pero no en inversión productiva. Algunas empresas en EE UU compran sus propias acciones en lugar de invertir en una nueva fábrica…. Hay riesgo de excesiva euforia en los mercados financieros. La inestabilidad financiera también puede frenar la consolidación del crecimiento.
P. ¿Se están formado también burbujas en Europa?
R. No entro en otras valoraciones. Se trata de enviar el mensaje a los mercados de que en sus valoraciones también estén preparados para escenarios más adversos. En algunos mercados, las primas de riesgo están en niveles previos a la crisis, mínimos históricos, ¿reflejan las incertidumbres existentes? Tengo dudas.
P. ¿Espera problemas relevantes en las pruebas de resistencia a la banca europea?
R. Espero que den un empujón al reconocimiento de pérdidas y saneamiento de balances de la banca europea; todavía existen en los mercados dudas sobre la calidad de los activos y es bueno que se disipen. Lo mejor que puede pasar es que aparezcan los posibles problemas y se les dé solución clara y rápida. La preparación ha sido concienzuda y se ha hecho mejor que en las pruebas anteriores. Lo que no me gustaría que apareciese es incredulidad, salga lo que salga en las pruebas.
P. Según el informe del BIS sobre las pérdidas no reconocidas, las dudas son justificadas.
R. Son justificadas, pero hay que medirlas de una manera apropiada y dar información al mercado de cuáles son las pérdidas y las soluciones. Eso funcionó en su día en el mercado americano y es la oportunidad ahora de Europa de mejorar la credibilidad.
P. Un argumento muy repetido es que no se esperan problemas graves en la banca española porque se han reconocido muchas pérdidas.
R. En principio, sí. El hecho de que ya se hayan reconocido es muy positivo, que la economía tenga mejores perspectivas también, pero de ahí a sacar la conclusión de que no habrá sorpresas… Se sabrá cuando tengamos los resultados.
P. ¿Está Europa prestando suficiente atención al boom de la banca en la sombra?
R. Todos tenemos que prestar atención. En principio, es positivo que haya otros canales de financiación de la economía real que no sea el bancario. Pero hay que comprender los riesgos. Lo que se suele llamar banca en la sombra son las operaciones que tienen riesgos similares a los bancarios, pero que se realizan fuera de los balances bancarios. Hay que prestarles atención, hay iniciativas para hacer un mayor seguimiento conjunto y para introducir algún tipo de regulación.
P. ¿Pero perciben ya focos de peligro?
R. El hecho de que exista esta búsqueda agresiva de la rentabilidad y una volatilidad anormalmente baja indica que los riesgos existen. También hay que estar alerta ante fenómenos como la reciente y significativa emisión de deuda por parte de empresas no financieras de países emergentes, requiere más seguimiento.
P. Más allá de las pruebas a la banca, ¿cree que las autoridades van a subir los requerimientos de capital?
R. La regulación de capital ya está en buena parte decidida y estamos en fase de implementación. Queda por decidir la calibración del coeficiente de apalancamiento y ver qué hay que hacer para asegurar la consistencia en el cálculo del capital. Se han apreciado diferencias importantes entre instituciones para riesgos similares. Buscar una mayor homogeneización al alza y una mayor calibración en el coeficiente de apalancamiento son elementos que pueden ayudar a hacer que el sistema financiero sea más resistente y capaz de financiar a la economía real. También creo que uno de los factores necesarios es una supervisión más intrusiva. No creo que toda la solución venga mediante regulación.
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