En múltiples ocasiones he hecho notas sobre la llamada Reacción de Adaptación al Medio, o Reacción Orgánica a la Agresión.
La situación política del Estado de España requiere racionalidad, reflexión que, no parece congruente pedírselo a quienes por su comportamiento no son racionales, o adaptativos.
No es cuestión de calentón emocional, no. No es igual hablar sobre sí eres del Madrid o del Barcelona, cuestión que se plantea siempre desde el nivel de hablar y no de comunicar, ya que ambos hablantes se sitúan a nivel irracional, o inamovible.
Por este hecho, los llamados forofos, nunca pueden tener una educación racional, progresista o adaptativa. Los forofos siempre son humanos "fieles", "pase lo que pase". De hecho gustan de ser nombrados "ultras" (conservadores, inamovibles como los zoquetes en el puerto, impidiendo que el barco se "escape")
Sigo diciendo que el comportamiento de cualquier objeto, o material sometido a la acción de una carga, sufre una deformación, a la que se opone, o reacciona con un comportamiento en sentido opuesto, propiedad esta conocida como elasticidad y de resistencia a la anterior. Respuesta elástica que sobrepasa en intensidad y duración a la de resistencia. Es este diferencial de comportamiento el que puede llevar al objeto a su "fractura", parálisis, o muerte.
En Medicina el control de este gradiente diferencial es la clave para obtener un resultado eficaz del tratamiento aplicado.
En ocasiones, el tiempo necesario para estabilizar con el mínimo de lesiones al paciente obliga a "enfriar", o "hibernar" al paciente.
No conocer que una hipertensión arterial es la respuesta de adaptación de una lesión cerebral, puede llevar a bloquear ("bajar") la hipertensión. Esta acción basada en la ignorancia del médico puede llevar a "abortar","decapitar"," matar" al paciente.
El comportamiento del equipo médico, o Ejecutivo, manifiesta no conocer la "reacción orgánica a la agresión" que está teniendo la Sociedad de España sometida a tratamiento en el Centro Hospitalario que es el Estado de España. Está decapitando, y no estudia las causas, del comportamiento reactivo.
La Sociedad de España tiene dilatadas las pupilas (y apenas reaccionan a estímulos luminosos), está taquicárdica, hipertensa, taquipneica y sudorosa.Su intestino se dilata en límites cercanos al íleo. Su orina es agua, su riñón no depura los tejidos lesionados por su asfixia. Cada vez es más frecuente apreciar frío, sudoración y palidez en sus mejillas.
Su familia se inquieta por lo incongruente y contradictorias de las respuestas que los diferentes médicos del equipo les dan.
La desconfianza en el equipo médico divide, rompe, la unidad de la familia teñida cuando depositó su confianza al ingresarlo.
La familia ya no responde por igual, se pregunta si se han equivocado al confiar en el equipo médico.
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