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13 abr 2013

Reconsideración del "conocimiento médico"


Consideración conceptual de las bases científicas del "conocimiento médico".


La sangre discurre en sentido hacia fuera del corazón bajo la tutela de un tubo que recibe el nombre de "arteria", y como consecuencia del "efecto aspirante" que tiene una red de arterias de pequeño calibre en cuyo final, situado en todos los tejidos, la presión de la sangre se hace ligeramente inferior a cero, o "negativa". 

La sangre no sale del corazón empujada por la presión que este ejerce sobre ella. El corazón no constriñe, o aprieta la sangre que está en su interior.

Una vez que llega al punto donde la presión se hace "casi" nula, discurre en sentido hacia dentro del corazón bajo la tutela de un tubo que recibe el nombre de "vena", y como consecuencia del "efecto aspirante" que tiene la cavidad torácica cuando esta se mueve en el sentido denominado "inspiración".

El corazón no es una bomba impelente y aspirante. Esta definición descriptiva del trabajo que realiza, no es correcto. Sin embargo, lo habitual es leer y escuchar tal descripción. Y, en este sentido se toman medidas terapéuticas  que, como consecuencia de este error conceptual son ineficientes, cuanto menos.

El corazón es un órgano limitante del trabajo que realiza el tejido sangre y, con ello, de todos los tejidos en estado de fluido líquido.

Es habitual leer y escuchar que el corazón es el órgano que "mueve" la sangre. No es así. El órgano que "mueve" la sangre es el tórax.

Estos conceptos obligan a una drástica reconsideración de la patología Cardio/Vascular y Pulmonar. Tanto de los estudios diagnósticos como de las terapéuticas en uso.

Esta reconsideración implica cambios empresariales de profundidad y extensión que comprometen a toda la actividad empresarial en materia de salud, enfermedad, de relación laboral y de usuario.

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