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28 abr 2013

Hay que abortar.


Sobre el aborto del concepto. Sobre el aborto de la vida.

Pensar la decisión de concebir.
Pensar la sorpresa de haber concebido.

Pensar el abortar de pensar la decisión de concebir.
Pensar el abortar el pensar la sorpresa de haber concebido.

¿Se pretende prohibir abortar el pensar la decisión de concebir?
¿Se pretende prohibir abortar el pensar la sorpresa de haber concebido?


Leamos a Cioran y reflexionemos. 



"No corremos hacia la muerte; huimos de la catástrofe del naci- miento. Nos debatimos como sobrevivientes que tratan de olvidarla. El miedo a la muerte no es sino la proyección hacia el futuro de otro miedo que se remonta a nuestro primer momento.

Nos repugna, es verdad, considerar al nacimiento una calamidad: ¿acaso no nos han inculcado que se trata del supremo bien y que lo peor se sitúa al final, y no al principio, de nuestra carrera? Sin embargo, el mal, el verdadero mal, está detrás, y no delante de nosotros. Lo que a Cristo se le escapó, Buda lo ha comprendido: «Si tres cosas no existieran en el mundo, oh discípulos, lo Perfecto no aparecería en el mundo...» Y antes que la vejez y que la muerte, sitúa el nacimiento, fuente de todas las desgracias y de todos los desastres.

Se puede soportar cualquier verdad, por muy destructiva que sea, a condición de que sea total, que lleve en sí tanta vitalidad como la esperanza a la que ha sustituido"

Del inconveniente de haber nacido.
Cioran

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