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23 jun 2015

La huella de la metástasis.

Considerado que un cáncer lo es de un órgano, su presencia en otro, se considera "metástasis" a éste.

Considerado que un cáncer lo es de un tejido, su presencia en otro tejido, se considera "metástasis" a éste.

El "mismo" tejido puede estar en órganos distintos. La presencia de cáncer en el tejido de otro órgano, no se considera "metástasis", sino "cáncer", o "enfermedad cáncer".

La fisiopatologia, o relación causal entiende "enfermedad cáncer" y no "cáncer" ni "metástasis.


La presencia de "células cáncer" no tiene entidad de "cáncer", sino "población cáncer".

La presencia de "células cáncer" en una muestra no es "cáncer". ¿Qué estructura ha de tener la población cáncer para identificarla con cáncer?


De modo equivalente se dice que la presencia de un microbio en un tejido no es "infección". ¿Qué estructura ha de tener la población microbiana para identificarla  con infección?

La huella de un objeto no es el objeto. 

La célula es la huella de un "microbio", no es el "microbio". De ahí que se le denominó celda, caverna, o "chaos". "Y, en el principio (sentido estático) era el chaos". En el comienzo (sentido dinámico) el "hombre puso orden".

Dios no puso órden. El Hombre puso órden, dispuso las relaciones causales.

Una huella de la metástasis señala el punto de origen del cáncer

Los tumores de origen desconocido son uno de los 10 más frecuentes

El País, Emilio de Benito,Madrid , 22-06-15



La doble hélice del ADN
La base del desarrollo es que "cada cáncer tiene un patrón de metilación distinto", explica el investigador. Con el dispositivo se identifican estas huellas epigenéticas, y se "compara con las 10.000 fotos de tumores humanos que tenemos", añade. Estas radiografías corresponden a los 40 cánceres más frecuentes, "de la cabeza a los pies". Con ello se pretende solucionar un problema: "Los tumores de origen desconocido son uno de los 10 más frecuentes", señala Esteller. "Debutan ya con metástasis, y el oncólogo se encuentra con un tumor en ganglios, costillas o piel que no encajan con ese tejido". En estos casos es fundamental saber cuál es el cáncer primario porque es el que corre más prisa tratar. "En general estos tumores tienen muy mal pronóstico porque se diagnostican tarde; muchos pacientes mueren a los seis meses. Son situaciones típicas en cáncer de pulmón y de páncreas", afirma.
En la práctica, el investigador señala varios éxitos que ya ha tenido el Epicup, nombre del dispositivo que comercializa Ferrer. “Por ejemplo un médico no sabía el origen de un cáncer. Le dijimos que era gástrico, y le pudimos orientar. Le dijimos que mirara la mutación HER2, y así le pudieron dar un tratamiento específico”.  En otro caso que relata, el cáncer original era de mama, pero al ser en un hombre había pasado desapercibido. Una vez diagnosticado fue muy fácil de localizar.
Estos enfoques enlazan el diagnóstico epigenético con la medicina personalizada que tanto se menciona cuando se habla de oncología: buscar las mutaciones o proteínas específicas de un cáncer para así darle un tratamiento a la medida, solo que en este caso se busca la huella epigenética, un nivel superior de señalización de los genes. Esteller afirma que se trata de un proceso que cuesta unos 2.000 euros por proceso, y que actualmente están recogiendo muchas muestras de manera altruista para verificar el funcionamiento. "Es un precio comparable a otras técnicas, y que puede ahorrar mucho más en tratamientos inútiles", apunta. Y eso no redunda solo en la economía del proceso. "Lo fundamental es que aumenta la supervivencia porque permite identificar mejor la enfermedad en los casos en que hay tratamiento, y, por otro lado, evita toxicidades innecesarias porque indica qué tratamientos no tienen sentido porque el paciente no va a responder".  

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