Continuando con la nota de Yer en torno al usurpador de la identidad.
Mi abuelo tiene dos hijos, María Josefa Díaz-Ordóñez Bernaldo de Quirós, muerta violentamente, a la vez que su madre, Amalia, en el mes de Septiembre de 1936 en Madrid. Y, a José Manuel Diaz-Ordóñez Pérez-González, muerto violentamente en el mes de Julio de 2012 en Asturias.
Ambas muertes no están documentadas adecuadamente. Los certificados de defunción no tienen establecida la relación causal mediata e inmediata de su fallecimiento. Ni tampoco se ha investigado policialmente ni judicialmente las circunstancias en las cuales sufrieron la agresión que de modo inmediato a ella y de modo mediato a él, les causaron la muerte.
En una nota anterior hacia referencia al mes de Septiembre de 1936, fecha en la que mi padre se incorpora al frente armado de Madrid para defender con su vida, si le fuera preciso, la República. Su incorporación al Frente de Madrid se acompañaba del encargo de conocer las circunstancias del asesinato de su hermana y la madre de esta. El abuelo no creía la versión de haber sido asesinadas por "los Rojos" ya que los vecinos de la casa de Almagro le habían dicho que "los Rojos" no habían estado en ella la noche en la que fueron asesinadas. Sino, por el contrario, si habían estado dos coches con siete hombres trajeados.
La información recogida por mi padre y por mi abuelo llevaron a este entender que quienes las habían matado eran individuos, o dirigidos estos, que conocían la casa y a ellas. Estos hechos fueron reforzados inmediatamente por las actuaciones de la familia de Amalia tras finalizada la llamada Guerra Civil.
Estos hechos llevaron a iniciar una escalada judicial entre él y la familia de Amalia que tras su muerte se cerró de forma abrupta. En el momento de la muerte de mi padre se estaba preparando la reapertura de las causas judiciales del abuelo que, en el año 1963 fueron cerradas, aduciendo, según yo leí, por no tener descendencia ni parte interesada en la continuidad de las mismas.
Estos hechos llevaron a iniciar una escalada judicial entre él y la familia de Amalia que tras su muerte se cerró de forma abrupta. En el momento de la muerte de mi padre se estaba preparando la reapertura de las causas judiciales del abuelo que, en el año 1963 fueron cerradas, aduciendo, según yo leí, por no tener descendencia ni parte interesada en la continuidad de las mismas.
En el momento actual se está realizando el estudio para la reapertura de los expedientes judiciales que no debieran haberse cerrado. Lo hago porque la Familia de Augusto y de José Manuel no dejará que las causas de las muertes de María Josefa, Amalia, y, ahora, de mi abuelo y de mi padre, no consentirán que queden sin ser conocidas.
También se están haciendo los primeros estudios de las circunstancias y causas mediatas de la muerte del impostor Augusto Díaz.
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