Nota que dedico a mi amiga Ana que tanto le divirtió el escuchar la vida de Pipino y su esposa Bertrada.
Guzmán de Alfarache - Mateo Alemán
Los trabajos de Persiles y Segismundo - Miguel de Cervantes
El Criticón - Baltasar Gracián
Son tres libros que entiendo es necesario leer para entender el llamado descubrimiento de la Sepultura de Santiago Apóstol en tiempo de Alfonso II y su determinación política. Y, la llamada aparición de Santiago Apóstol en el campo de batalla de Clavijo en tiempo de Ramiro I.
Y, fuera del Reino de Asturias, el resto de la Europa, entender el Acuerdo entre la Iglesia de Roma y Carlos I de Francia tras hacerse con la Lombardia y posteriormente, con toda la Península Italiana.
No se puede entender la relación Iglesia y Estado, León III y Carlos I, sin tener en cuenta estos tres libros y estos sucesos a los que me refiero y que trataré de anotar en otro momento.
Recuérdese la coronación de Carlos I como Emperador, por León III. Claro que Carlos I aprovechó para "nombrarse" al deponerse Constantino VI y considerar que el trono de Emperador no podía estar ocupado por una mujer, Irene. Evidentemente que antes de forzar su nombramiento se quiso casar con Irene y, al no conseguirlo, a lo bestia hay que conseguirlo, por lo que a batallar. La última resistencia a ser nombrado Emperador la ofreció Miguel I Rengabé que cedió, salvo en el hecho de que fuera nombrado emperador romano.
Al igual que en el Reino de Asturias, en el de los Francos, también había revueltas palaciegas. Sólo recordar que Miguel I estaba casado con Procopia, hija de Nicéforo I. Este, al igual que Ramiro I fue nombrado, o se nombró emperador de Bizancio destronando a su cuñado Estauracio.
Como ya referí, anotaré estos hechos que corrían parejos en Asturias y Francia.
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