Ayer me encontré no aquel que, en voz alta, me dijo que había que ir a la guerra de Iraq.
Aprovechó para decirme: ¿y a Siria hay que ir?
No. Contesté rotundo. No.
No somos justicieros. Ayer decía Obama que USA, por ser USA, no podía dar muestras de debilidad.
Siento la necedad de Obama. El Pueblo Elegido por Dios no tiene Ombligo. ¡Por ser elegido, coño!.
No entiendo que USA nonsea el Pueblo Elegido por Dios. Dios elige una vez. Y ya lo hizo, eligió a Lughonia y a Lughio para conducir a su Pueblo.
Siento que no me comprendas o, mejor diré, que no me se explico. Mi opción es la de ser Abel y no Caín.
Ni a Siria ni a ningún sitio hay que ir a matar. Tampoco hay que matar en nuestro sitio. Y, la Sexta Enmienda de USA, sin embargo, dice que has de ir a matar, con el criterio de "defenderse".
Más bien USA tiene que ir a USA, si ese es el motivo que le lleva a Irán.
Las razones que se dan para ir o no ir a la guerra, las sigo en mi persona desde los años sesenta. Como cuando la guerra de Iraq, contra Iraq, recordé, me gusta leer a Noam Chomsky.
¡Lughones, quietos, paraos todos!. No atravesáremos el Nora, ni tampoco el Cantábrico. La Tierra Prometida es Lughonia.
A los de Oviedo dejarles tranquilos, con les pierna es cruzaes, sentaos na cai Uria. Y, pol veranu en Lluanco.
Por cierto ayer, al pasar hacia el Cabu Peñes pa medir les simes y ver si podíamos abrirnos pasu pa tomar l'iniciativa a los normandos, vi un letreru na favoreciu pa tar o de taba, que rezaba tando de pié: pa Yuancu. Y disiei a les mies muyeres camin de Manzaneda: ¡Y diz, lo que diz sin apoyase en na. Ye un gallu!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario